La Santa Sede y Gran Bretaña abogan por una “coalición mundial” para acabar con la pobreza

Intercambio de misivas entre el primer ministro británico Gordon Brown y el cardenal Bertone

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CIUDAD DEL VATICANO, martes 8 de julio de 2008 (ZENIT.org) Gran Bretaña y la Santa Sede han reafirmado la necesidad de que la comunidad internacional no abandone el empeño de disminuir drásticamente la pobreza en el mundo antes del año 2015, uno de los Objetivos del Milenio acordado por las Naciones Unidas en el año 2000.

Un cruce de cartas por parte del primer Ministro Británico Gordon Brown y el Secretario de Estado vaticano cardenal Tarsicio Bertone, publicado ayer por L’Osservatore Romano, pone de manifiesto la preocupación de ambos países por la dificultad de que este objetivo se alcance en el plazo previsto.

El 23 de mayo pasado, el primer ministro británico Gordon Brown envió al Papa Benedicto XVI una carta en la que, ante la reunión del G8 que comenzó ayer en Japón, ha reconocido que “en el estado actual no estamos en el camino correcto para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio para el año 2015”.

“No estamos honrando los compromisos adoptados en el año 2000”, añade.

Ante esta situación, el premier propone al Papa dirigir una mayor a los encuentros que tendrán lugar en el segundo semestre de este año, en particular a la próxima Cumbre de Naciones Unidas, prevista el próximo 25 de septiembre, “para estimular a la comunidad internacional a acelerar el paso hacia el cumplimiento de los Objetivos”.

“Creo que sin una acción concertada este año, los Objetivos del Milenio caerán de la agenda política, y se perderá, para otra generación, la oportunidad de mantener las promesas que hicimos al mundo en vías de desarrollo”, advierte Brown.

“Estamos determinados a evitar que esto suceda, y estamos creando una coalición global para estar a la altura de los compromisos adquiridos en el año 2000”.

El primer ministro inglés pide al Papa que “en las próximas semanas y meses, eleve su voz a favor de estos esfuerzos”, y anuncia una próxima visita al Vaticano para “proseguir con nuestra estrecha colaboración relativa al desarrollo internacional”.

El cardenal Bertone respondió a esta carta en nombre del Papa Benedicto XVI, en la que se refiere al discurso papal dirigido a la Conferencia de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria Mundial (3 de junio pasado), en la que pedía un “esfuerzo valiente” para “globalizar las esperanzas de solidaridad”.

“Es de augurar que se preste la debida atención al respeto de la dignidad humana en todas las negociaciones, en todas las decisiones y en sus formas de realización, de forma que os frutos de la Crecaión sean accesibles a todos y a todas las generaciones”.

“Sólo un sentido responsable y profundamente sentido de generosidad garantizará el cumplimiento de los Objetivos del Milenio en la fecha prevista”, asegura el cardenal Bertone.

Asimismo, el purpurado asegura que el Papa “reza para que los encuentros internacionales de la segunda mitad del año puedan ofrecer una respuesta eficaz a la crisis económica que aflige a dversas regiones del planeta y hagan operativo un plan internacional de acción concertado y dirigido a liberar al mundo de la pobreza extrema, de la plaga del hambre y de la falta de asistencia médica general”.

La contribución de la Iglesia

El premier británico recuerda en su carta las numerosas intervenciones del Papa en este sentido, ante la FAO (Roma, 3 de junio), en la Asamblea General de las Naciones Unidas (Nueva York, 18 de abril), así como su exhortación al mundo industrializado a trabajar por los Objetivos de Milenio (6 de junio de 2007).

En dichas intervenciones, afirma el primer ministro, “usted habló incisivamente de los desafíos que nuestro mundo debe afrontar y de la responsabilidad, propia de los que ocupamos posiciones dirigentes, de cooperar en la promoción de la solidaridad en las regiones más vulnerables del mundo”.

Recuerda también el apoyo mostrado por la delegación de la Santa Sede a su intervención en favor del cumplimiento de los Objetivos el pasado 31 de julio de 2007 ante las Naciones Unidas.

El premier hizo referencia a la colaboración mantenida por ambos Estados en materia de ayuda al desarrollo en el últimos años, y tuvo un particular recuerdo al apoyo que otorgó el Papa Juan Pablo II al Mecanismo Financiero Internacional, que ha recogido hasta la fecha 4.000 millones de dólares para vacunar a cerca de 500 millones de niños del Tercer Mundo.

Alude en otro momento al saludo, el 9 de febrero de 2007, por parte del Papa a los mantenedores del proyecto Advanced Market Commitment para la investigación de vacunas ara curar enfermedades en los países en vías de desarrollo, entre los cuales se encuentra el proprio Brown.

“Las comunidades de fe son esenciales para alcanzar los Objetivos del Milenio -señala Brown-, porque en muchas partes del mundo son ellas las que ofrecen muchos servicios esenciales, particularmente en el campo de la sanidad y la educación”.

“Sin su contribución, y en particular el de los organismos de la Iglesia católica, no podríamos nunca alcanzar los Objetivos”, añade.

(Por Inmaculada Álvarez)

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ZENIT Staff

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