La santidad no es privilegio de unos pocos, subraya un congreso vaticano

Jornada de estudio sobre el «Martirologio Romano»

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CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 6 diciembre 2004 (ZENIT.org).- La santidad no es un privilegio de unos pocos, se subrayó en la jornada de estudio de la última edición del «Martirologio Romano» («Martyrologium Romanum»), el libro litúrgico de los santos, organizada por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

La jornada ha coincidido con el cuadragésimo aniversario de la constitución del Concilio Vaticano II Sacrosanctum Concilium, sobre la sagrada liturgia.

La reunión de estudio sobre el Martirologio tuvo lugar el pasado sábado en el Palazzo della Cancelleria (terreno vaticano en la ciudad de Roma) y reunió a expertos en liturgia y a un concurrido público.

El «Martirologio Romano» recoge los nombres de los santos y beatos (6.538 voces) reconocidos oficialmente por la Iglesia católica. En cada día del año, el volumen presenta el elenco de los santos y beatos recordados en esa fecha. La nueva edición fue presentada el 2 de octubre de 2001.

El acto contó con la presencia y participación de los cardenales Francis Arinze, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y por el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, que habló sobre «Iglesia y santidad a la luz del reciente magisterio».

En el congreso se comunicaron los números actualizados de beatificaciones y canonizaciones del pontificado de Juan Pablo II, quien ha proclamado 1.345 beatos y 483 santos, más que ningún otro Papa en la historia de la Iglesia.

A quien ha afirmado que son muchos, el cardenal portugués Saraiva Martins respondió con las mismas palabras de este Papa: «La culpa es del Espíritu Santo».

El objetivo del congreso, según el cardenal nigeriano Francis Arinze explicó que el objetivo de la jornada era «alentar una reflexión cada vez más madura sobre la santidad desde un punto de vista tanto científico como eclesial».

El profesor Piero Coda, de la Universidad Pontificia Lateranense, comentó a Zenit que «como Juan Pablo II ha dicho, la santidad no es un privilegio de unos pocos, sino una necesidad de todos los cristianos».

Monseñor Coda añadió que «los santos son la plenitud de la humanidad» y recordó que «constituyen hoy la reserva de las intuiciones que hacen atractiva hoy la belleza del Evangelio y su fuerza transformadora de la sociedad».

En su relación sobre la santidad como lugar teológico, Piero Coda manifestó que la vida de los santos es «un camino privilegiado para la contemplación del misterio de Cristo y para ilustrarlo a la Iglesia y a l mundo».

El profesor Robert Godding SI, de la Sociedad de los Bolandistas, pronunció una ponencia sobre «La edición crítica del «Martirologio Romano» por parte de los bolandistas y sus antecedentes», en la que recordó que los bolandistas se han encargado desde siempre de hacer una revisión crítica de la vida de los santos.

Por otra parte, don Maurizio Barba, oficial del dicasterio organizador, habló del Martirologio como «memoria y profecía de santidad» y recordó que éste no es un sacramento pero sí un sacramental que prepara para recibir la gracia.

Don Barba se refirió al libro litúrgico como «memoria para el pasado y propuesta para el futuro», además de recordar que «la lectura del martirologio es una provocación a imitar a Cristo» y prepararse a «recibir la gracia en los sacramentos».

El arzobispo Domenico Sorrentino, secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, también definió el «Martirologio» como «un libro litúrico que mira al pasado pero proyecta hacia el futuro», la santidad.

Durante la jornada se expusieron códices manuscritos de inapreciable valor y célebres ediciones impresas del «Martirologio Romano», gracias a la concesión de la Biblioteca Apostólica Vaticana.

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ZENIT Staff

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