ROMA, domingo, 25 de enero de 2009 (ZENIT.org).- La unidad de los cristianos es un motivo de esperanza para el mundo, asegura el padre Federico Lombardi, S.I.
El director de la Oficina de Información de la Santa Sede ha comentado el tema del último día de la Semana de Oración por la Unida de los Cristianos, celebrado este domingo, «Los cristianos proclaman la esperanza en un mundo dividido».
El tema, según el padre Lombardi, «expresa con mucha fuerza el servicio precioso que los cristianos, juntos, pueden y deben desarrollar por la unidad: con la fuerza de su esperanza conducir a la familia humana hacia la unidad y la paz».
«Porque esperanza y unión son términos inseparables -añade el portavoz vaticano–. Por una parte la división y el odio matan la esperanza; por otra parte la verdadera gran esperanza es siempre una esperanza para todos, y supone por lo tanto la unión».
El portavoz invita a »encontrar el sentido sólido y duradero de la esperanza, de manera que las esperanzas humanas sean peldaños hacia ella, y no fuente de ilusiones y desilusiones continuas».
Alienta además a «encontrar la fuerza de la reconciliación y del perdón, sin lo cual la guerra no terminará jamás».
«De todo esto el mundo tiene necesidad, y estas cosas los cristianos las pueden encontrar, y todos los cristianos juntos las pueden y las deben testimoniar, porque conocen una fuente más profunda que sus divisiones confesionales: Jesucristo y su Evangelio», concluye.
