La Universidad Católica de Belén reanuda las clases

Un signo de esperanza, tras el retiro del ejército israelí

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BELÉN, 8 julio 2003 (ZENIT.org).- El final de la ocupación militar de Belén por parte del ejército israelí ha permitido retomar los cursos de verano de la Universidad Católica de la ciudad.

«Debería ser un pequeño pero esperanzador paso hacia la paz y la seguridad, que esperemos no sea detenido con nueva violencia», ha declarado Vincent Malham, religioso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, rector de la Universidad Católica de Belén, a la agencia misionera de la Santa Sede Fides.

«Hemos retomado las actividades en la Universidad –revela–. Este lunes comenzamos los cursos de verano para ayudar a los estudiantes a recuperar el tiempo perdido a causa de la violencia, que provocó el cierre del campus durante varios meses. En julio, algunos estudiantes recibirán sus diplomas: otro signo de esperanza para los jóvenes en Belén, desanimados después de meses de ocupación militar».

El hermano Malham explica que la gente de Belén sigue necesitando ayuda: «Si bien por una parte estamos contentos porque las tropas de Israel se han retirado, permanecen las dificultades cotidianas; mucha gente sigue sin trabajo, es casi imposible ir a cualquier sitio. Esperamos que se den nuevos pasos hacia la paz y la seguridad para todos».

El padre franciscano Ibrahim Faltas, custodio de la Iglesia de la Natividad de Belén, explica también a Fides: «Después de tres años de violencia y odio la gente ya no puede más. Israelíes y palestinos quieren una vida mejor. El anuncio del alto al fuego significa un rayo de esperanza que no podemos dejar escapar. Esta una oportunidad para la paz que no puede ser derrochada».

«Todos están contentos y esperemos que se siga así –añade el padre Faltas–. Confiamos en que la «hoja de ruta» lleve a la paz. Desde luego, la vida sigue siendo difícil especialmente para el comercio y el turismo, y es imposible moverse libremente en torno a la ciudad. Pero esperamos que poco a poco se vaya mejorando la situación y volvamos a la normalidad».

El franciscano piensa ya en la Navidad de Belén: «Espero que la Navidad 2003 sea verdaderamente una Navidad de paz, de intensa oración, como las Navidades anteriores al estallido de la Intifada».

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ZENIT Staff

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