La Virgen que une a católicos y anglicanos

La localidad italiana de Nettuno celebra la fiesta de Nuestra Señora de Gracia  

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ROMA, jueves 30 de abril de 2009 (ZENIT.org).- Nettuno e Ipswich, dos ciudades en el mar. Nettuno, de 50.000 habitantes, se encuentra a 60 kilómetros de Roma, en la costa de Lazio, bañada por las aguas del mar Tirreno; Ipswich, ciudad inglesa de 120.000 habitantes a dos horas de Londres, en el condado de Suffolk, está bañada por las aguas del Mar del Norte. 

Católica la población de Nettuno; anglicana, la de Ipswich, pero ambas marcadas por una profunda devoción a la Virgen, invocada bajo la misma advocación, «Nuestra Señora de Gracia», y representada en una estatua de madera datada en el 1182, venerada en un bellísimo santuario de Ipswich hasta el año 1538 y después misteriosamente llegada a Nettuno. 

Una historia conmovedora, que resume dolorosos acontecimientos históricos de divisiones, cismas, odios y persecuciones, pero que, sobre todo en estos últimos años, se ha convertido en una historia de amor, de pacificación y de vitalidad religiosa empapada de un fuerte deseo de unidad entre católicos y anglicanos. 

«Aquí en Nettuno, la Virgen, invocada bajo la advocación de «Nuestra Señora de Gracia», es amada y venerada por todos», explica Mario Mazzanti, prior de la Cofradía de Nuestra Señora de Gracia de Nettuno. 

«El primer domingo de mayo celebramos la fiesta, la más grande y sentida fiesta religiosa de nuestra ciudad», indica. 

Las cofradías son asociaciones públicas de fieles de la Iglesia católica arraigadas en antiguas tradiciones que se rigen por el Código de Derecho Canónico. 

Surgen para incrementar el culto público, hacer obras de caridad, de penitencia y de catequesis y también para organizar eventos culturales. 

«Nuestra cofradía se dedica al culto de la Virgen Nuestra Señora de Gracia, patrona de Nettuno», explica Mazzanti, que añade que «actualmente somos unos 300 inscritos (180 hermanos y 120 hermanas), en representación de todas las familias de la ciudad». 

«Nos encargamos de organizar, en colaboración con la autoridad eclesiástica, todos los actos relacionados con «Nuestra Señora», en particular la fiesta anual de mayo, para la que quedan pocos días y estamos por tanto con mucha actividad ahora», señaló. 

El origen de esta fiesta está ligado a la talla de madera «llegada misteriosamente a nuestra ciudad en el 1550, procedente de Inglaterra», explica Mazzanti.  

Nuestra Señora de Gracia está representada en una estatua que se conserva en el Santuario de la ciudad, pero que fue venerada durante otros 400 años en un santuario de Ipswich, en Inglaterra. 

Según relata Mazzanti, la Virgen era invocada bajo la advocación de «Our Lady of Grace». 

En el siglo XVI se produjo el cisma en Inglaterra, la ruptura de las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado inglés, por voluntad de Enrique VIII, que reinó del 1509 al 1547. 

«La ruptura se debió, como se sabe, a la voluntad de Enrique de divorciarse de su primera esposa, Catalina de Aragón, para casarse con Ana Bolena», añade. 

«El Papa no le concedió la nulidad del primer matrimonio y Enrique proclamó la separación de la Iglesia de Inglaterra de la Iglesia católica. Tras el divorcio, se casó con Ana Bolena y se hizo proclamar, por el Parlamento, cabeza de la Iglesia anglicana». 

«Después de Ana Bolena, Enrique se casó con otras cuatro mujeres y desató su odio por la Iglesia de Roma con una feroz persecución a los que continuaban proclamándose católicos -relata-. Confiscó los bienes de todos los conventos y monasterios, hizo quemar las iglesias católicas, estatuas, pinturas, libros y todo lo que recordaba a la Iglesia católica de Roma». 

«La persecución continuó también después de la muerte de Enrique VIII y se intensificó bajo el reinado de su sucesor, Eduardo VI», asegura. 

«También la talla de «Nuestra Señora de Gracia» de Ipswich debía arder; el santuario donde era venerada fue destruido en 1538 por Thomas Cromwell, ministro de Hacienda y consejero de Enrique VIII». 

Y continua: «Pero Cromwell quería salvar la talla milagrosa de la Virgen y la escondió en una capilla privada de su propiedad en Londres. Cuando la violencia destructiva se intensificó con Eduardo VI, unos marineros piadosos, temiendo que la figura fuera descubierta y destruida, decidieron sacarla de la casa de Cromwell para llevarla a un lugar a salvo de Italia». 

«La talla embarcó en secreto en un buque que debía llegar a Nápoles; pero en el Mar Tirreno, la nave se vio envuelta en una terrible tormenta y se resguardó en un puerto entre Anzio y Nettuno». 

«Tras la tormenta, los marineros decidieron reanudar el viaje, pero apenas salieron del puerto, el mar se embraveció de nuevo, las olas eran gigantescas y volvieron al mismo lugar; los marineros intentaron de nuevo reanudar el viaje, pero fue inútil», explica. 

«En el enésimo intento, el buque volcó; los  marineros estaban perdidos en medio de aquellas olas violentas, pero para su sorpresa, se encontraron en la costa, todos sanos y salvos, preguntándose cómo había sido posible». 

«Entonces se acordaron de la talla de la Virgen que llevaban a bordo y quedaron convencidos de que la Virgen milagrosa les había salvado; y pensando en las grandes olas que se habían elevado cuando la nave intentaba dejar el golfo, concluyeron que la Virgen quería permanecer en Nettuno». 

«Cerca del lugar donde encontraron refugio, había una iglesia; los marineros hablaron con la gente, explicaron la historia de la talla de «Nuestra Señora de Gracia» que llevaban en su buque y dijeron que quizás la Virgen quería quedarse con ellos». 

«La gente del lugar estaba contenta; la talla fue desembarcada y llevada en procesión a la vecina iglesia; el mar se calmó en seguida y los marineros ingleses pudieron finalmente reanudar su viaje hacia Nápoles». 

«Muy pronto, la talla encontró la devoción de la gente, que continuó invocándola bajo la advocación de «Our Lady of Grace» traducido al italiano, «Nostra Signora delle Grazie», devoción que fue aumentando». 

«En 1854, año de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, el Papa Pío IX la proclamó patrona de Nettuno. En 1914 se construyó un nuevo gran santuario y la estatua milagrosa fue colocada en el altar mayor», explica. 

Posteriormente, el cuerpo de María Goretti, una chica de Nettuno asesinada a los 12 años por un violador y proclamada santa por Pío XII en 1950, fue depositado en una capilla lateral de ese santuario. 

A lo largo de los siglos, se han realizado varias investigaciones históricas y han salido a la luz diversos documentos que demuestran que la estatua de «Nuestra Señora de Gracia» que se venera en Nettuno es la misma que se veneraba en Inglaterra hasta 1550. 

Recientemente, un estudioso ha encontrado informaciones importantes en algunos manuscritos conservados en la Biblioteca Vaticana. 

Con estos hallazgos, monseñor Vincenzo Cerri, que era párroco de Nettuno, ha investigado y ha hallado interesantes descubrimientos, según Mazzanti. 

Mientras tanto, en Inglaterra, el doctor J. Docherty de Ipswich ha encontrado, en el British Museum de Londres, una carta escrita en 1538 de un tal William Lawrence a Thomas Cromwell, que confirma que Cromwell guardó la talla y unos marineros la llevaron a Italia. 

Además, en la misma estatua hay vestigios de escritura antigua en lengua inglesa, descubiertos durante una restauración realizada en 1959, que confirman su origen. 

En cuanto a la devoción a esta Virgen en Inglaterra, Mazzanti destaca que en Ipswich, la devoción a «Nuestra Señora de Gracia» nunca ha desaparecido.  

El santuario donde se conservaba la talla llevaba este título a finales de 1152, cuando la estatua fue esculpida. Aunque el santuario fue destruido en torno al 1538, la gente siempre ha continuado rezando a la Virgen «Nuestra Señora de Gracia» y la
calle donde estaba el santuario se llama todavía «Lady Lane» (calle de la Señora). 

En el lugar donde estaba el antiguo santuario, han colocado recientemente una estatua de bronce, realizada por el escultor Roberth M. Mellamphy, inspirada en la talla de madera que se encuentra en Nettuno. Bajo la escultura, la historia de la talla está explicada brevemente en una placa. 

Mazzanti explica que su cofradía mantiene contacto con la ciudad de Ipswich. «Hemos ido varias veces a ver el lugar y hemos hecho aún más: de acuerdo con la población de Ipswich, hemos llevado a cabo una iniciativa extraordinaria que, en nombre de «Nuetra Señora de Gracia», intenta acercar las dos Iglesias, la católica y la anglicana, con la esperanza de que un día se unan como antes del cisma». 

El primer contacto tuvo lugar hace muchos años, cuando monseñor Cerri realizó la investigación histórica en colaboración con el doctor J. Docherty de Ipswich, explica Mazzanti. 

En 1975, el escultor inglés Roberth M. Mellamphy fue a Nettuno para estudiar la talla de la Virgen y realizó una copia que colocó en un nicho de la iglesia anglicana de Saint Mary at the Elmes, en Ipswich, que comprende el territorio donde estuvo el santuario de «Nuestra Señora» 

Estos contactos se han ido intensificando hasta la formulación de un «hermanamiento religioso» entre Nettuno e Ipswich, que se llevó a cabo en agosto del 2005, cuando una delegación de la Cofradía de «Nuestra Señora de Gracia» de Nettuno, encabezada por su prior y por el rector del santuario de Nettuno, Carlo Fiovaranti, viajó a Ipswich y fue acogida en aquella comunidad durante una semana. 

Para Mazzanti, fue una «experiencia inolvidable»: «Contemplar el lugar donde nació la devoción a «Nuestra Señora de Gracia», donde fue venerada la imagen que ahora se encuentra en nuestra iglesia, conocer a la gente anglicana que ama a la Virgen como nosotros, sentir su gran deseo de ecumenismo, compartir con ellos el sueño de volver a ser hermanos en la fe, porque somos hijos de la misma Madre, la Virgen Santísima, suscitó emociones indescriptibles», explica. 

«Fuimos acogidos por las autoridades de la ciudad, con el alcalde a la cabeza, con una cordialidad que no me esperaba; fuimos hospedados en las casas de la gente», añade. 

Mazzanti destaca como momento álgido de aquel viaje la celebración de la Misa en la iglesia anglicana de la parroquia, en presencia de católicos y anglicanos y presidida por el padre Carlo Fiovaranti. 

«Era la primera Misa presidida por un sacerdote católico romano en aquella iglesia anglicana tras el cisma del 1538», explica. 

Para este católico, fue «bellísimo el momento del intercambio de la paz cuando las manos de personas de religión distinta fueron entrelazadas en una sola fe». 

El entonces rector del santuario italiano dijo: «Encomendamos la comunidad de Nettuno y la de Ipswich a Nuestra Señora de Gracia; un solo rebaño unido en la alabanza del Señor».  

Y el sacerdote anglicano párroco de aquella iglesia de Saint Mary at the Elmes de Ipswich, el padre Haley Dossor, subrayó la grandeza de aquel momento en el que veía a católicos y anglicanos unidos en la plegaria por amor a la Virgen. 

Por la tarde se celebró una procesión por las calles de la ciudad, «del tipo que celebramos en Nettuno en mayo», dice Mazzani, en memoria de aquellos que vivían en Ipswich antes de 1538. «Con ese viaje, dimos vida a una tradición que ahora se repite cada año», explica. 

«Para la fiesta de «Nuestra Señora de Gracia» que se celebra en Nettuno a principios de mayo, una delegación de anglicanos de Ipswich vendrá a celebrar la fiesta con nosotros -añade-. Van a llegar 55 anglicanos de Ipswich, guiados por el alcalde y dos obispos anglicanos; a finales de mayo, nosotros, como cada año, iremos a celebrarlo con ellos».

Por Renzo Allegri, traducción de Patricia Navas

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ZENIT Staff

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