La «visión responsable» de la realidad, al debate filosófico internacional

Congreso sobre el pensamiento de Julián Marías

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MADRID, martes, 24 julio 2007 (ZENIT.org).- El filósofo y el intelectual deben ofrecer «una visión responsable» de la realidad: es la convicción presente en la obra de Julián Marías (1914-2005), pensador sobre el que la Asociación Española de Personalismo AEP convoca su próximo Congreso Internacional

La iniciativa –organizada en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad CEU-San Pablo– se celebrará en la capital española del 7 al 9 de febrero de 2008, si bien ya está abierto el plazo de presentación de comunicaciones.

Contará con la presencia de destacados especialistas internacionales en la obra de Julián Marías, como Harold Raley y Helio Carpintero, y con el apoyo de instituciones como la Real Academia de la Lengua, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Real Academia de la Historia, de las que fue miembro Julián Marías.

El objetivo del Congreso es reivindicar la figura de este filósofo, al que por motivos ideológicos el mundo académico ha prestado escasa atención, y fijar los contenidos y la originalidad de su filosofía.

Su obra es extensísima, rica y profunda y abarca un amplio abanico de temas: desde la filosofía social hasta la historia de la filosofía, de la antropología a la cultura, de la historia al estudio de España y América, etcétera.

El tema central en su pensamiento es la persona. El propio Marías explicaba que su filosofía es «un intento de comprender la realidad más importante de este mundo, a la vez la más misteriosa y elusiva, y clave de toda comprensión efectiva: la persona humana».

El filósofo español se sorprendía de que, a pesar de ser así, esta cuestión hubiera sido desatendida; la filosofía, a lo largo de su milenaria historia, ha pensado escasamente sobre la realidad de la persona. «La conciencia de este problema me ha acompañado a lo largo de toda la historia de mi pensamiento filosófico», escribió.

«Toda la teoría de Marías tiene como objetivo evitar el fenómeno de cosificación de la persona que se ha producido en la filosofía occidental, es decir, la tendencia a hablar filosóficamente de la persona con las categorías de una cosa. Por todo ello, podemos considerar la filosofía de Marías como personalista», explica el presidente de la AEP, Juan Manuel Burgos.

En declaraciones a Zenit, Burgos puntualiza que «Julián Marías filosofa siempre desde la fe cristiana, pero hace filosofía», es decir, «no es un teólogo».

Su «filosofar desde la fe tiene dos vertientes: por un lado, introducir los valores cristianos dentro de su filosofía desde una perspectiva moderna, y al mismo tiempo, con su filosofía, difundir el cristianismo en los valores humanos y sociales», explica.

Y es que «todo filósofo reflexiona desde una perspectiva –recuerda Burgos–; no existen perspectivas neutras para filosofar».

«Levinas filosofa desde una perspectiva judía, Marx filosofa desde una perspectiva materialista-atea –ejemplifica–. Y dentro del pensamiento cristiano uno puede –por así decirlo– intentar asumir plenamente esa dimensión cristiana de su pensamiento y transmitirla a la filosofía, o puede pensar que no tenga ninguna influencia, o puede de alguna manera rechazarla o intentar esconderla».

Pero «Julián Marías asume coherentemente su fe y la hace pensamiento filosófico» –confirma–; «ésta es una diferencia clara con Ortega y Gasset», quien filosofa, pero carece de influencia clara del cristianismo en su filosofía.

El tema clave de la persona «es claramente cristiano, tanto por el origen lejano del término, que procede de los debates cristológicos y trinitarios en los siglos I-III, como porque, al final, el cristianismo es la religión que se toma en serio, exclusiva e individualmente, a cada una de las personas», subraya Juan Manuel Burgos.

Y «eso se refleja en el concepto de persona, que quiere realzar no sólo el valor de la persona, sino la individualidad específica»: «ésta es la clave en el pensamiento de Marías», sintetiza.

El personalismo surgió en la época de entreguerras de la mano del conocido filósofo francés Emmanuel Mounier, quien murió prematuramente en 1950. Posteriormente se enriqueció y se extendió a otros países. En Polonia su principal representante es Juan Pablo II, pues antes de ser elegido Papa realizó una colosal labor como filósofo personalista.

El personalismo considera la noción de persona como la categoría filosófica esencial y estima que su dignidad es un valor absoluto y los derechos humanos son principios irrenunciables del orden social y político.

Asociación civil sin ánimo de lucro y de carácter cultural, la AEP promueve, difunde, profundiza y desarrolla la filosofía personalista. Es la primera asociación de estas características de España y Europa. Entre sus actividades, organizó hace dos años un Congreso Internacional sobre la Filosofía Personalista de Karol Wojtyla.

Hasta el próximo 30 de noviembre permanece abierto el plazo de presentación de comunicaciones para el Congreso Internacional «Julián Marías: Una visión responsable», organizado por la AEP. Los trabajos deben ser inéditos.

Más información sobre los requisitos de presentación de comunicaciones, programa provisional de la cita filosófica internacional, inscripción y datos adicionales en la web de la Asociación ( www.personalismo.org) o escribiendo a info@personalismo.org.

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ZENIT Staff

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