La visita
La primera etapa del viaje fue, el 14 de mayo, la diócesis de Saitama. “Significativa” “la celebración en el barco en el golfo de Matsushima, con la presencia de líderes religiosos budistas y de las autoridades civiles, para hacer un homenaje a las víctimas, lanzando flores al mar”, recuerda Fides.
Al alcalde de Matsushima, cuenta la “Radio Vaticana”, el cardenal Sarah le entregó una ayuda económica enviada por el Papa y fruto de regalos recibidos en la Nunciatura apostólica después de la catástrofe que golpeó Japón.
El domingo 15 de mayo, celebró la Santa Misa en la diócesis de Sendai, la más golpeada por la tragedia. En la celebración han participado algunos supervivientes que han perdido a sus familiares, a los que el cardenal expresó su cercanía y consuelo.
Al alcalde de Sendai el purpurado le entregó otro regalo del Papa.
Visitó, después, los lugares más afectados, caminando entre las ruinas y visitando un centro de acogida gestionado por la Cáritas japonesa, donde se acogen a 380 desplazados.
La visita, destaca Fides, ha representado “un momento de unidad y de participación solidaria y afectiva para toda la Iglesia japonesa”, ya que el cardenal participó en Tokyo en un encuentro con los obispos nipones, que “le agradecieron su presencia y la atención mostrada por el Santo Padre”.