MOSCÚ, 16 agosto 2002 (ZENIT.org).- Después de que las autoridades rusas retiraran el visado al obispo Jerzy Mazur de Siberia oriental y al sacerdote italiano Stefano Caprio, un nuevo sacerdote católico será expulsado de la Federación.
Se trata del padre Stanislav Krajnak, de nacionalidad eslovaca, quien trabajaba desde hace dos años en su parroquia de la ciudad de Yaroslavl, a 280 kilómetros al noreste de Moscú.
La noticia ha sido confirmada por el Keston Institute (http://www.keston.org), organización con sede en Oxford (Reino Unido) que estudia la libertad religiosa en los países de la ex Unión Soviética.
Si bien en estos momentos sigue atendiendo a su parroquia, el padre Krajnak, religioso de la Sociedad del Verbo Divino, como monseñor Mazur, tendrá que abandonar Rusia a finales de agosto, al expirar su visado.
El padre Igor Kovalevsky, secretario de la Conferencia de Obispos Católicos de Rusia, revela que en precedentes ocasiones el Ministerio de Asuntos Exteriores no ha dado ningún tipo de explicaciones para justificar el retiro de estos visados.
El portavoz episcopal revela que por precaución el padre Stanislav no había abandonado Rusia durante el curso de este año.
La representación de la Santa Sede en Rusia está realizando todos los esfuerzos posibles para que el sacerdote pueda renovar su visado.
El padre Kovalevsky explica que a inicios de año las autoridades ya habían negado el visado al padre Krajnak para viajar a Kazajstán.
En caso de ser expulsado por la negación del visado, el padre Krajnak tenía pensado regresar a su país, Eslovaquia, en tren, pasando por Bielorrusia. Pero las autoridades bielorrusas le han negado el permiso de tránsito.
«Esto nos lleva a pensar que el padre Stanislav se encuentra en la famosa «lista negra» de los sacerdotes católicos que están tratando de expulsar de Rusia», afirma el padre Kovalevsky.
Varios pastores protestantes procedentes de Estados Unidos, que han trabajado durante años en Rusia, han recibido en días pasados el aviso de las autoridades de que sus visados no serán renovados «por razones de seguridad de Estado».
