Las cinco ramas de la familia de la Madre Teresa

Religiosas, religiosos, sacerdotes y voluntarios

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CIUDAD DEL VATICANO, 19 octubre 2003 (ZENIT.orgAvvenire).- La familia espiritual surgida de la espiritualidad de la Madre Teresa se compone en estos momentos de cinco ramas.

Ante todo, están las Misioneras de la Caridad, la rama más numerosa y conocida. Fundadas en 1948 por la Madre, hoy son unas 4.500 religiosas.

Los Hermanos Misioneros de la Caridad, fueron fundados por la Madre Teresa y el Hermano Andrew el 25 de marzo de 1963. En estos momentos son unos 400 y se dedican a obras de caridad para las que son particularmente aptos los hombres: leproserías para hombres, casas de acogida para toxicómanos, enfermos de sida, alcohólicos, ex detenidos, etc.

La rama contemplativa femenina de las Misioneras de la Caridad fue fundada por la Madre Teresa y por sor Nirmala el 25 de junio de 1976 en Brox, Nueva York. Las hermanas, unas cien, no son de estricta clausura, sino que, como decía su fundadora, son «contemplativas en el mundo». Si bien dedican gran parte de la jornada y en ocasiones de la noche a la oración, y a la adoración eucarística, ofrecen entre tres y cinco horas a la entrega a los más pobres entre los pobres.

La rama contemplativa masculina fue fundada el 19 de marzo por la Madre Teresa y el padre Sebastian. Los hermanos, hoy unos treinta, viven la Palabra de Dios en la pobreza, la humildad y la alegría de la adoración de Jesucristo Eucaristía y en el servicio de los más pobres en las cárceles, los hospitales, las calles, entre los nómadas.

Los sacerdotes Misioneros de la Caridad fueron fundados por la Madre Teresa y el padre Joseph Langford el 26 de junio de 1984. La Madre Teresa comprendió que la pobreza más profunda de los hombres es la espiritual y sólo puede ser erradicada con el ministerio sacerdotal de Jesús. En este espíritu, la comunidad religiosa de los sacerdotes (hoy son unos 25), desempeña su ministerio en las calles, las barracas, en las afueras de las grandes ciudades.

Junto a los miembros de las cinco ramas de la congregación, hay miles de voluntarios, de toda raza, religión, clase social, que comparten su trabajo y espíritu.

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ZENIT Staff

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