Las Escrituras, fuente de reconciliación para el mundo, según el Papa

Carta de Benedicto XVI a la Federación Bíblica Católica reunida en Tanzania

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DAR-ES-SALAAM, miércoles 25 de junio de 2008 (ZENIT.org) «El cristianismo es la religión de la Palabra de Dios, no una palabra escrita y muda, sino encarnada y viviente», y esta Palabra es «fuente de reconciliación que los cristianos deben ofrecer al mundo» es el mensaje del Papa a la Asamblea de la Federación Bíblica Católica, reunida en Dar-es-Salaam (Tanzania) desde ayer hasta el próximo 3 de julio.

La Federación, nacida en 1969 para responder al deseo del Concilio de abrir al pueblo el acceso a la Sagrada Escritura, está formada por 327 miembros de 129 países, y la preside monseñor Vincenzo Paglia, obispo de la diócesis italiana de Terni-Narni-Amelia.

En la carta a los participantes del encuentro, publicada por L’Oservatore Romano, el Papa explica la centralidad de las Escrituras en la experiencia cristiana.

El tema de esta Asamblea, «La Palabra de Dios, fuente de reconciliación, de justicia y de paz», muestra, según el Papa, esta importancia. «Ésta es la palabra de vida que la Iglesia debe ofrecer en un mundo hecho añicos. ‘Nosotros actuamos como embajadores de Cristo, como si Dios mismo exhortase a través nuestro. En nombre de Cristo os suplicamos: dejaos reconciliar con Dios'».

Este mensaje de reconciliación es especialmente significativo en África, y el hecho de haber escogido este lugar para la celebración de la Asamblea muestra, según el Papa, «claramente un mensaje de amor por la Biblia y de amor por África».

«El hecho de que vuestro encuentro se celebre en Dar-es-Salaam supone un importante gesto de solidaridad con la Iglesia en Africa, más aún en vista del Sínodo especial para África del próximo año».

El Papa invita a los pueblos de África a «recibir este Verbo como la fuente de reconciliación y de justicia dispensadora de vida, y especialmente de la paz auténtica que viene sólo del Señor Resucitado».

Pero para que esta reconciliación de los pueblos sea posible, debe comenzar por los propios cristianos, afirma el Papa. «La comunidad de los creyentes puede ser la levadura de la reconciliación, pero sólo si permanece dócil al Espíritu y da testimonio del Evangelio, solo si lleva la Cruz como y con Jesús».

El Papa, lanza por tanto a la Asamblea el desafío de la reconciliación entre los cristianos, haciendo suya una frase de Juan Pablo II, sobre la necesidad de reconciliación entre los cristianos como premisa para la evangelización.

«Dejad que esta observación se abra camino también en vuestras actividades de estos días. ¡Que vuestros corazones puedan ser siempre guiados por el Espíritu Santo en la fuerza unificadora de la Palabra de Dios!», añade el Papa.

Benedicto XVI invitó a los participantes en la Asamblea, por tanto, «no sólo a continuar dando a conocer la profunda relevancia de las Escrituras para la experiencia contemporánea de los católicos, y especialmente para las generaciones más jóvenes, sino también a guiarles en su interpretación desde la perspectiva central de Cristo y de su misterio pascual».

«Sólo Cristo, Verbo eterno del Dios vivo, a través del Espíritu Santo, puede abrir nuestra mente para comprender las Escrituras», añade el Papa.

Servicio a África

Esta voluntad de que los trabajos de la Asamblea sean de provecho para el próximo Sínodo, la confirmó ayer el presidente, monseñor Paglia, a los micrófonos de la Radio Vaticana: «Esta Asamblea tiene un doble significado, por un lado profundizar la temática de la Escritura como fuente de reconciliación, de justicia y de paz, y por otro, ofrecer una contribución al Sínodo, que tiene previsto tratar sobre el tema de la reconciliación».

En los últimos años, tras el anterior Sínodo (1997), «el continente africano ha visto, junto al extraordinario desarrollo de la Iglesia católica, también el crecimiento de numerosos problemas», afirma monseñor Paglia, quien señala especialmente «los conflictos étnicos, la guerra y el hambre».

El haber elegido África como sede del encuentro «quiere mostrar a este continente y a su Iglesia católica nuestra solidaridad y amistad, teniendo en cuenta que por desgracia África es a menudo olvidada por la comunidad internacional».

Además, monseñor Paglia puso de manifiesto la importancia ecuménica de este encuentro, ya que en él participan como observadores los más altos representantes de la United Bible Society, el homólogo protestante de la Federación Bíblica Católica.

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ZENIT Staff

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