Las escuelas católicas indias cierran hoy en protesta por la persecución contra los cristianos

Las víctimas son ya 26, según un informe presentado ayer al Primer Ministro

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NUEVA DELHI, viernes 29 de agosto de 2008 (ZENIT.org) Las escuelas y centros educativos católicos de toda India han cerrado hoy sus puertas en señal de protesta por “las atrocidades cometidas contra la comunidad cristiana y otras personas inocentes”, según informa la oficina de prensa de la Conferencia Episcopal de este país.

Este gesto se ha realizado a petición del presidente de la Conferencia Episcopal India, el cardenal Varkey Vithayathil, arzobispo de Ernakulam-Ankamaly, quien ha pedido a los cristianos que realicen otros gestos pacíficos de protesta en todo el país.

Además, está previsto que se convoque una jornada de oración “por la promoción de la paz y la común armonía en la India” el próximo domingo 7 de septiembre.

Por otro lado, ayer a las 6,30 de la tarde (hora local), una delegación compuesta por obispos católicos y de otras confesiones cristianas se reunió con el Primer Ministro, Manmohan Singh, para presentarle un informe sobre los daños sufridos por las comunidades cristianas durante esta persecución.

Según este informe, 26 cristianos han sido asesinados, doce de ellos sólo en el distrito de Kandhamal, y han sido destruidas 41 iglesias y lugares de culto, 17 casas, 4 conventos, 3 albergues, 7 sedes institucionales e innumerables vehículos.

La agencia Misna y Radio Vaticano confirmaron hoy la muerte de 14 personas.

Este memorándum fue presentado por los obispos católicos Vincent Concessao (arzobispo de Delhi) y Raphael Cheenath (arzobispo de Cuttack-Bhubaneswhar), además de los no católicos Samson Dass (obispo de Cuttack) y Sunil Kumar Singh, de la CNI (Church of North India), acompañados por Sushma Ramaswami, vicepresidenta de la NCCI (National Council of Churches of India), y por el secretario y el portavoz de la Conferencia Episcopal, Thomas D’Aquino Sequeira y Babu Joseph.

En el encuentro, los prelados reiteraron que los ataques no han sido provocados por los cristianos, y que estos en su momento condenaron claramente el asesinato del líder hinduísta Swami Laxmanananda Saraswati, de cuya muerte se les culpa.

“Las muertes y las atrocidades contra los cristianos son por los malvados designios de los fanáticos fundamentalistas. Éstos siguen sus actos violentos y el Gobierno de la Nación no ha sido capaz de proteger a los cristianos y otras personas inocentes”, afirman en el informe.

Además, alertan de que el pánico desatado entre los cristianos de esta región ha hecho que muchos de ellos hayan abandonado sus casas y hayan corrido a refugiarse en la selva, o incluso abandonado el Estado. Los refugiados, afirman, son ya cerca de 60.000.

“El propósito de los fundamentalistas es expulsar a los cristianos de la región, lo que resulta evidente de los eslóganes que repiten contra ellos. Sabemos que la mayor parte de los sacerdotes, pastores, religiosos y religiosas de Kandhamal se han refugiado en la selva para salvar sus vidas, y que los fundamentalistas están buscándolos”, añaden.

Los obispos cristianos afirman que éste es les “mayor desastre en la historia de la comunidad cristiana en la India, y más aún en Orissa”.

Piden el urgente despliegue de fuerzas militares en la zona para restablecer el orden, ya que “la policía hasta ahora no ha sido capaz de controlar la situación”, así como que se busque y juzgue a los responsables de estos ataques, y se indemnice a las víctimas.

“Los cristianos de Orissa viven en continua tensión y gran miedo. La ley y las fuerzas del orden no les amparan, y están viviendo en condiciones patéticas desde hace cuatro días. Deben reconstruirse las iglesias, casa y lugares de culto, y la sensación de seguridad debe restaurarse en los corazones de los cristianos”, añaden.

Por Inmaculada Alvarez

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ZENIT Staff

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