Atención a los niños necesitados, ayuda a las familias, asistencia a los enfermos se cuentan entre los compromisos que lleva adelante la organización católica de ayuda en la república ex soviética de Asia central, donde 2.000 fieles forman la comunidad católica sobre una población de unos 7 millones de habitantes, musulmanes en un 90%.
De hecho, en el país la comunidad católica ha encontrado nuevo empuje –gracias a las ayudas llegadas del exterior, como de «Cáritas italiana» y de la Iglesia en Alemania– para salir al encuentro de las exigencias de los sectores pobres y marginados de la población y aliviar sus sufrimientos, explicó a «Fides» el padre Juan Carlos Sack, director de «Cáritas» local y párroco de la iglesia de San José en la capital, Dushanbe.
Recientemente la comunidad católica local ha abierto un nuevo dispensario médico al servicio de al menos 30.000 personas en un distrito pobre de Dushanbe. Atiende a familias que se encuentran en condiciones de extrema pobreza y carentes de asistencia sanitaria básica.
La construcción e inauguración del edificio –del que disfruta población en su mayoría no cristiana– ha sido posible gracias a la contribución de «Cáritas italiana», de la embajada inglesa en Tayikistán y del Ministerio de Sanidad.
«Nuestro objetivo –aclaró el padre Sack– es aportar una modesta contribución a la reconstrucción social y moral de este espléndido país. Particularmente deseamos ayudar a los numerosos niños necesitados, que son los miembros más débiles de la sociedad, pero no limitamos nuestro compromiso a ningún sector».
«Cáritas» de Tayikistán está afiliada a «Caritas Internationalis», una confederación de 162 organizaciones católicas de asistencia, desarrollo y servicio social, con presencia en más de 200 países y territorios.
Más información en www.caritas.org.