Las vacaciones del Papa, ver a Dios en la belleza; según Navarro-Valls

INTROD, lunes, 12 julio 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II volvió a salir toda la jornada de este lunes de excursión en coche por los Alpes aprovechando el contacto regenerador con la naturaleza.

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«Creo que hoy el Papa está descansando verdaderamente mucho aquí», consideraba Joaquín Navarro-Valls, portavoz de la Santa Sede, en declaraciones pronunciadas por teléfono desde el lugar de montaña al que se había dirigido en este días el Santo Padre.

En conexión con «Radio Vaticano», el director de la Oficina de Información de la Santa Sede constató que el clima se está caracterizando por los cambios de lluvia, viento y solo, «pero todo esto no le molesta».

«Él ve esta naturaleza en toda su belleza –añadió Navarro-Valls–. Es evidente que ve en todo esto una epifanía de Dios, una manifestación del Autor de esta naturaleza».

El portavoz destaca que en vacaciones hay tres elementos fundamentales en la jornada del Papa.

«Las largas lecturas –explica en primer lugar–: el Papa pide que le lleven en coche aquellos libros que no ha podido leer cuando está en el Vaticano por obvios motivos».

En segundo lugar, menciona la oración, «que a veces es silenciosa, aunque en otras ocasiones se puede escuchar rezando».

En tercer lugar, concluye, «están las largas conversaciones con las personas que le rodean. Se ve que el Papa quiere mantenerse en contacto con todo lo que sucede en el mundo. Con frecuencia hay noticias tristes pero las hay también alegres. Se ve que el Papa quiere estar en contacto con las alegrías y tristezas de la humanidad, a pesar de que físicamente está lejos de su «lugar de trabajo» en el Vaticano».

Este domingo a mediodía el Papa presidió la oración mariana del Ángelus ante unos cinco mil peregrinos manifestando más fuerza de voz que en semanas pasadas y mostrando un rostro bronceado, prueba de que estos días están surtiendo su efecto benéfico.

El consejo que dejó a quienes le escuchaba fue el de encontrar momentos de silencio, especialmente en vacaciones, para poder escuchar a Dios.

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ZENIT Staff

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