Legionarios de Cristo: Una cruz que nos volverá más fuertes en amor y humildad

El director de ‘El Pensador’ entrevista al director general en funciones del Regnum Christi y la Legión de Cristo, padre Sylvester Heereman

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El día de Pentecostés del presente año el santo padre Francisco recibió a diversos dirigentes de movimientos y persones, entre ellos estaba el director general en funciones del Regnum Christi y la Legión de Cristo, padre Sylvester Heereman.

Adelante, no aflojes” le dijo el papa al agarrar reciamente el brazo del actual responsable de Regnum Christi y de los Legionarios de Cristo.

El movimiento vivirá un momento histórico en el proceso de “redescubrimiento del carisma y purificación” al que fuera convocado paternalmente por Benedicto XVI, y cuyas líneas de trabajo han sido confirmadas por el nuevo papa con carta del 19 de junio al delegado pontificio, el cardenal Velasio De Paolis, En la misiva el papa precisa que su mandato concluirá con el capítulo extraordinario que se celebrará a inicios de 2014. Allí se elegirá un nuevo gobierno para el instituto y serán aprobadas las nuevas constituciones, las que serán enviadas al papa para ser examinadas.

El director del medio informativo mexicano, Pepe Quique profundiza diversos temas con el padre Sylvester que propone en la siguiente entrevista.

¿Cuál es la raíz del Regnum Christi?

— Padre Sylvester: La raíz es Jesucristo y su mensaje, pero desde el punto de vista de Cristo que anuncia, predica e instaura el Reino de Dios. ¡Por eso nos llamamos Regnum Christi! Cuando los evangelistas sintetizan el mensaje de Cristo aparece una y otra vez el Reino de Dios. Esa idea a veces hoy día nos cuesta entenderla, porque es muy fuerte. Creemos que Dios es amor y creemos también que su Amor es omnipotente, que tiene la última palabra y reina por encima de todo lo que no es amor.

¿En qué sentido “Reino de Dios?

— Padre Sylvester: El Reino de Dios se manifiesta en la cruz, en la derrota de Cristo que al mismo tiempo es la victoria del amor sobre el mal, sobre la muerte, sobre el pecado. Y es precisamente por esa victoria de Dios que no nos esclaviza, sino que por el contrario nos libera. Lleva al hombre a la identidad de “hijo de Dios”, le lleva a la libertad y le lleva a vivir el amor.

¿Y en la actualidad? ¿Por qué redescubrir?

— Padre Sylvester: Hemos hablado de las raíces. Pero tenemos también un movimiento que ha experimentado una dolorosa experiencia con su fundador histórico.

La recepción del carisma es un gran regalo. Y también es innegable que el fundador histórico ha sido instrumental en esto. Entonces, hay por delante toda una tarea, que nos va a llevar decenios, en la que el Espíritu Santo nos tiene que enseñar a discernir. Hemos recibido un carisma por medio de este fundador en concreto, que al mismo tiempo ha sido un padre pecador, un padre que nos ha traicionado de alguna manera pero que, a su vez, no podemos negarlo, es el padre, ¿no? Esa es la cuestión.

Ud. habla de un fundador que cometió actos reprobables pero que fue parte de vuestra historia

— Padre Sylvester: Tenemos un carisma transmitido por medio de un fundador no santo y con hechos objetivamente reprobables. A pesar de los instrumentos, lleva implícito un mensaje de la Misericordia de Dios que nos pide perdonar también al fundador histórico y a saber convivir con el pecador. No querer cancelarlo simplemente. Un mensaje, también, de misericordia y compasión con quienes han sufrido para acompañarlos en un camino de sanación y reconciliación. Y también un mensaje de qué significa en un mundo como el de hoy día la relación con un padre de-caído. ¡Cuántos niños no viven esa misma situación…! Y otro aspecto, que alguien me ha comentado, es que al ser conscientes de la debilidad del padre, se recalca, sobresale, la maternidad de la Iglesia. Esto es algo que estamos viviendo en primera persona: la Iglesia Madre que acoge, discierne, sostiene… y que levanta al hijo.

¿Cuál es la misión de los miembros del Regnum Christi?

— Padre Sylvester: Es justamente prolongar este impulso de Dios que comienza con la Creación, que se hace muy concreto en la Encarnación, que viene de alguna manera a reclamar lo que es de Dios que entra en el mundo. Esto a nivel de la espiritualidad. Pero más concretamente, a nivel de misión apostólica, diría que es formar a apóstoles que viven esta experiencia –como Cristo formaba apóstoles que llevaran adelante su mensaje y compartieran su misión- para transformar también la sociedad.

El Regnum Christi siente muy fuerte el deseo de no quedarse en la sacristía. De hacer apostolado porque el mundo… porque todas las almas, las personas, tienen el derecho a ser alcanzados y enterarse de lo que Dios ha hecho por ellos.

Y de ahí nuestras universidades, nuestras escuelas, nuestra labor en tantos frentes… y también el deseo de trabajar con sistema, con seriedad, con una metodología que nos permite trabajar con seriedad dentro de este mundo -aceptando las reglas de este mundo en la medida en que sean compatibles con el Evangelio-, porque somos conscientes de que el Reino de Dios está en los corazones pero que desde ahí, desde los corazones, debe transformar el mundo.

¿Por qué Regnum Christi se define a sí mismo como un movimiento militante?

— Padre Sylvester: El papa Pablo VI les dijo a los legionarios en 1974 que no eran gente inerte sino que querían imprimir en las cosas fuerza y dar al cristianismo una expresión que le es propia: la militancia. Y los invitaba a combatir y defender la fe, a conquistar y llamar a otros hermanos a la fe y a la comunión con el Señor.

Otra de las características del movimiento es formar líderes a los cristianos y cristianos a los líderes.¿no puede esto ser confundido con elitismo?

— Padre Sylvester: Sin duda existe siempre el peligro de reducir el liderazgo a un concepto meramente sociológico o económico. Pero no es así. Un líder es cualquier persona que puede ejercer una cierta influencia sobre los demás, como una madre de familia, un obrero, o un profesor universitario. Y si vemos la historia de la salvación, vemos que el Señor: elige a Moisés, que era un refugiado tartamudo, y lo convierte en guía de su pueblo; a David, que era el último hijo de Jesé y pastor de ovejas, para hacerlo rey; a María, una joven de un pueblo insignifi cante; a Pedro, un pescador de Galilea… Él elige hombres y mujeres y les ofrece ocasiones y la gracia para que puedan invitar a otros al seguimiento de Cristo.

Mirando a largo plazo, ¿cree usted el Regnum Christi saldrá fortalecido de todo este proceso?

— Padre Sylvester: Eso está claro. Si Dios ha permitido esta crisis, esta cruz, es para hacernos más fuertes. Hacernos más fuertes en primer lugar en el espíritu, más fuertes en el amor, en la humildad. Más fuertes en el arraigo a Dios, en la comunión con los demás miembros de la Iglesia. Y desde ahí mantener y fortalecer también el aspecto militante y el entusiasmo a nivel apostólico.

Quizás una de las tentaciones que hemos tenido, como familia, ha sido subrayar mucho la parte militante, apostólica, activa, que a veces nos ha podido llevar a descuidar el espíritu, la prioridad de la gracia. Ojalá, por tanto, que este equilibrio divino, digamos, que es un misterio entre la gracia y la acción del hombre nos lleve a una más plena confianza en la acción de Dios y al mismo tiempo, hacer todo lo que esté en nuestras manos.

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ZENIT Staff

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