Liberados los dos arzobispos arameos cerca de Aleppo, Siria

La ONU, ministros de Exteriores e Iglesias se movilizan para su liberación. Se prevé un éxodo masivo de cristianos sirios

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Fuentes de ZENIT en árabe confirmaron la liberación de dos metropolitas ortodoxos de Aleppo, Siria, secuestrados el lunes 22 de abril. La noticia ha sido confirmada luego por las fuentes sirias de La Obra de Oriente. Habrían sido liberados hacia las 14 horas (15 horas de España) y se encontrarían en la iglesia greco-ortodoxa de San Elías de Aleppo.

La Obra de Oriente –según informa también la edición francesa de ZENIT- recuerda además que no se tienen noticias de los dos presbíteros –uno greco-ortodoxo y un armenio católico- secuestrados en Siria hace más de tres meses y pide su liberación.

El lunes 22 de abril los dos prominentes arzobispos arameos (siríacos) de las Iglesias Siríaca y Greco-ortodoxa habían sido secuestrados cerca de Aleppo, en Siria. Su coche fue interceptado y el chófer asesinado friamente. Lakhdar Brahimi, el enviado especial de Naciones Unidas (ONU) para Siria, y un número de ministros trabajaron activamente en el caso. Todo ello mientras las Iglesias siguen temiendo un éxodo masivo de cristianos sirios y de sirios en general, debido a la guerra del país medioriental.

El metropolita siríaco ortodoxo de Aleppo, Gregorius Hanna Ibrahim, y Boulos al-Yazigi, el arzobispo greco-ortodoxo de Aleppo e Iskenderun, fueron capturados entre Kafer Dael y Mansura, en una de las áreas más peligrosas de Siria, conocida como el frente entre el Ejército de Siria Libre y el Ejército del gobierno sirio, informaba en su página web el Consejo Mundial de los Arameos (WCA).

Según conversaciones con líderes rebeldes en torno a la región de Aleppo, el WCA entendía que los arzobispos estaban en Kafar Dael, sanos y salvos en el momento de la información. Sin embargo, la situación era crítica y volátil con pelirgo de acabar mal para ambos prelados. Los contactos del WCA cerca de Aleppo trataron de entrevistarse con los rebeldes y conocer sus demandas, pero fueron obligados a regresar, debido a la situación peligrosa en la zona.

El WCA y sus federaciones miembros contactaron con muchos ministros de Exteriores, embajadores de la ONU y otros oficiales de alto rango. Entre otros, el WCA recibió respuesta del asistente personal del enviado especial para Siria de la ONU, Lakhdar Brahimi, de que ellos –así como el ministro de Exteriores griego que estaba de lleno en el caso– estaban haciendo todo lo posible para lograr la liberación de los líderes eclesiales de las manos de las bandas terroristas.

Muchos ciudadanos sirios, incluyendo arameos cristianos, han sido secuestrados para pedir rescate por ellos durante los dos años de guerra. El WCA sabe que hubo un anterior secuestro del arzobispo Gregorius Hanna Ibrahim por grupos rebeldes en enero de este año. Gracias a la intervención de funcionarios de estado turcos, fue rápidamente liberado. En este caso concreto, no se sabe si fue pedido rescate. 

Hay informes de que los secuestradores, que “ciertamente no parecían sirios” según testigos, eran de ascendencia chechena, decía el WCA, dato que no fue confirmado. Todas las indicaciones apuntaban a que este grupo era en cualquier caso un grupo extranjero.

El secuestro de los dos metropolitas de Aleppo, y el asesinato de su chófer “mientras cumplían una misión humanitaria –aseguraba un comunicado hecho público por el portavoz vaticano, padre Lombardi–, es una dramática confirmación de la trágica situación en la que vive la población de Siria y sus comunidades cristianas”.

El papa ora por su liberación

“El santo padre Francisco –añadía- ha sido informado de este nuevo gravísimo hecho, que se añade al crecimiento de violencia en los últimos días, y a una emergencia humanitaria de grandes proporciones, sigue los eventos con participación profunda e intensa oración por la salud y la liberación de los dos obispo secuestrados y para que, con el compromiso de todos, el pueblo sirio pueda finalmente ver respuestas eficaces al drama humanitario y ver en el horizonte esperanzas reales de paz y reconciliación”.

Según informaba la fundación católica Ayuda a la Iglesia Necesitada, “el obispo Yohanna Ibrahim de la Archidiócesis de Aleppo de la Iglesia Ortodoxa Siria se había desplazado a la frontera para acompañar de vuelta al obispo greco-ortodoxo Boulos Yazasij, de la misma ciudad”.

Así había informado «la Archidiócesis de Aleppo, a través de un comunicado oficial, a la fundación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada». Añadían que estaban haciendo todo lo posible por liberar a los obispos, pero hasta entonces había «sido imposible contactar con ellos o con los secuestradores’”.

Llamamiento a las Iglesias

En el comunicado se hacía un llamamiento “a las Iglesias de cualquier confesión y a los gobiernos de todo el mundo para que ejerzan presión y pidan la puesta en libertad de los secuestrados. Ambos prelados estaban llevando a cabo labores humanitarias con el fin de poder liberar a otros dos sacerdotes que se encuentran desaparecidos desde hace meses. También se piden oraciones por la pronta liberación de los obispos”.

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ZENIT Staff

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