Liberar al esclavo y al esclavista porque la dignidad de ambos es destruida

Presentación del mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de la Paz

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La esclavitud, fruto y signo de la ruptura de la fraternidad y del rechazo de la comunión, un tiempo admitida por la ley civil como derecho a la propiedad de otra persona y hoy un ‘crimen contra la humanidad’ que toma varios rostros en el contexto de la globalización, creando nuevas necesidades, nuevas formas de pobreza y nuevas esclavitudes. Con estas palabras ha explicado el cardenal  Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo de Justicia y Paz, el fenómeno que se aborda en el mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de la Paz que se celebra el 1 de enero de 2015. El tema de dicho mensaje es “no más esclavos, sino hermanos”.

El purpurado, durante la rueda de prensa de presentación del mensaje, ha recordado que en este año dedicado a la familia, “se dedica una atención particular a las instituciones familiares como primera escuela de la vida y lugar primario de la fraternidad”. No se puede permitir –ha precisado– que la familia, de lugar de acogida y de promoción de la vida, se transforme en lugar en el que la vida es traicionada, despreciada, negada, manipulada y vendida como si pudiera disponer de este don según los propios intereses.

Asimismo, ha afirmado que para acabar con la plaga de la esclavitud moderna, “es necesario un compromiso común, una movilización de dimensiones comparables al mismo fenómeno”, y que implique tanto a nivel local como global.

Por su parte, la Iglesia debe continuar su misión de anunciar la Palabra en cada ocasión “oportuna y no oportuna”, denunciado “cualquier tipo de esclavitud y de violación de la dignidad de la persona humana, ofreciendo al mismo tiempo en su seno el testimonio de una vida libre, renovada y abierta a la Transcendencia”, ha señalado el cardenal.

Finalmente, el presidente del dicasterio de Justicia y Paz ha propuesto el ejemplo de santa Giuseppina Bakhita, esclava convertida después en “libre hija de Dios”, para “mirar con esperanza a aquel que ha vencido el mal, Jesucristo, artífice e icono de la liberación de la humanidad y de la libertad de los hijos de Dios”

A continuación, ha participado monseñor Mario Toso, S.D.B., secretario del dicasterio. El prelado ha indicado que este Mensaje que se ha presentado hoy es una invitación a hacer examen de conciencia de las formas bárbaras e inciviles de existencia, presentes en nuestras mismas ciudades. De este modo ha hablado de diferentes grupos que sufren esta plaga: trabajadores y trabajadoras, también menores de edad, esclavizados; muchos inmigrantes, personas obligadas a prostituirse; personas que son usados como mercancía en el tráfico de órganos, en los ejércitos y actividades ilegales; personas secuestradas por grupos terroristas.  

A continuación ha enunciado algunas causas para este fenómeno, mencionadas en el mensaje, y que su análisis permite profundizar en las soluciones pertinentes, movilizando instituciones y a la sociedad civil. Y así, ha señalado que estas causas reclaman la superación de una indiferencia generalizada.

También ha participado en la rueda de prensa, Vittorio V. Alberti, trabajador del dicasterio, quien ha hecho un análisis más filosófico del fenómeno de la esclavitud. Preguntado ¿por qué Dios permite la esclavitud? ha explicado que “Dios, para hacernos libres, nos hace capaces de hacer el mal, nos hace capaces de hacer esclavos a nuestros hermanos”.

A propósito del argumento abordado, ha precisado que “nosotros debemos liberar tanto al esclavo, como al esclavista. La esclavitud, de hecho, destruye la dignidad del hombre en cadenas, tanto como la de quien estas cadenas las aprietas a sus muñecas”.

Finalmente ha participado sor Gabriella Bottani, SMC, quien se ha encargado de poner voz y testimoniar la labor de asistencia a los que sufren esta lacra.

“Probad a poner una mano delante de la boca y gritar”, ha invitado la religiosa. Este ejemplo para explicar que “el grito es sofocado, silenciado, nadie lo escucha. Esta es una de las dinámicas que usamos en Brasil para poder hablar de la trata de personas.” Y así ha precisado que la mano representa un sistema socio económico que trata de esconder el sufrimiento que provoca, haciendo silencioso el grito de las víctimas”.



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Staff Reporter

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