Lima y Valladolid, unidas por el testimonio evangelizador de Santo Toribio de Mogrovejo

Celebración del IV centenario de su muerte

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MAYORGA/LIMA, viernes, 6 octubre 2006 (ZENIT.org).- La localidad española natal de Santo Toribio de Mogrovejo fue escenario, el jueves, de la conmemoración del vallisoletano que fue segundo arzobispo de Lima (Perú) y gran evangelizador de Latinoamérica.

Santo Toribio de Mogrovejo, arzobispo de Lima desde 1581 hasta su muerte en 1606 (a los 68 años de edad), fue declarado por Juan Pablo II patrono del episcopado de Latinoamérica y Caribe.

Entre los hitos misioneros del santo, Benedicto XVI citó el pasado abril, en particular, la convocatoria del III Concilio provincial de Lima (1582-1583), «que dejó un precioso acervo de doctrina y de normas pastorales», el llamado «Catecismo de Santo Toribio», «instrumento extraordinariamente eficaz para instruir en la fe a millones de personas durante siglos», y la fundación del Seminario conciliar de Lima, que funciona hasta el día hoy (Zenit, 24 abril 2006).

Nacido en Mayorga, población cercana a Valladolid (España), Santo Toribio de Mogrovejo pasó, pues, a la historia como uno de los grandes evangelizadores de América Latina.

De hecho, el actual arzobispo de Lima y primado del Perú, el cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, destacó el jueves la necesidad de difundir lo que significó este santo, recordando que es uno de los «más grandes de toda América y el organizador de la Iglesia latinoamericana durante 400 años».

Las palabras del purpurado resonaron en la localidad de Mayorga antes de participar, junto al arzobispo de Valladolid -monseñor Braulio Rodríguez Plaza- en el acto de conmemoración del IV Centenario de la muerte del santo arzobispo.

Cientos de personas participaron en el homenaje al santo, que comenzó con una recepción al cardenal en el Ayuntamiento de Mayorga y continuó con diversos actos en la ermita de Santo Toribio, relata la oficina de comunicaciones de la archidiócesis limeña.

Allí, el cardenal Cipriani descubrió una placa conmemorativa del acto e hizo entrega de un recuerdo en plata peruana con motivo de este centenario.

Por su parte el arzobispo de Valladolid regaló al pueblo de Mayorga una imagen de la Virgen de Nuestra Señora de la Evangelización, que le habían entregado en Lima cuando acudió la pasada primavera a participar en algunos de los actos que se organizaron para conmemorar al santo.

Santo Toribio de Mogrovejo «necesita que se le conozca aún mucho más», advirtió el purpurado peruano a la prensa, y explicó que ha comenzado una cátedra sobre Santo Toribio en la Facultad de Teología de la Pontificia de Lima, en la que se están haciendo publicaciones para difundir la figura del santo.

«Recorrió todo, evangelizó sin parar, arregló muchas situaciones de injusticia con las gentes del lugar y estableció un catecismo en tres lenguas», recordó el cardenal Cipriani.

El Año Jubilar de Santo Toribio de Mogrovejo, en la archidiócesis de Lima, concluyó el 27 de abril, día en que la Iglesia católica en el Perú celebra su solemnidad. El IV centenario de su muerte fue meta de una gran misión evangelizadora que lanzó el arzobispo de Lima tres años atrás.

Por su parte, conferencias, eucaristías, encuentros y también alguna peregrinación han sido algunas de las actividades que se han desarrollado este año en la provincia vallisoletana en recuerdo de Santo Toribio, en cuya ermita, el próximo 16 de noviembre, se celebrará la Misa de clausura de los actos del Año Diocesano.

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ZENIT Staff

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