CIUDAD DEL VATICANO, jueves 9 de octubre de 2008 (ZENIT.org) Los cristianos de otras confesiones rezan por la buena marcha del Sínodo que actualmente se celebra en la Santa Sede. Así lo afirma un mensaje del Consejo Ecuménico de las Iglesias, que fue leído por el arzobispo ortodoxo rumano Nifon de Targoviste el martes por la tarde en el aula sinodal.
El mensaje, firmado por el reverendo Samuel Kobia, secretario general del Consejo, afirma que “la búsqueda de la unidad visible de la Iglesia es una dimensión indispensable de la vida y de la misión de la Iglesia”.
La Palabra de Dios “construye la Iglesia y transforma las vidas de las gentes de manera que sean creíbles y visibles discípulos de Cristo por medio de la sagrada Eucaristía, de la meditación en los textos bíblicos y del testimonio cotidiano de la fe en sus hogares, en las calles y en los lugares de trabajo”.
Por medio de Jesucristo en la cruz, vemos el sufrimiento y la desesperación de este mundo. En el Cristo resucitado nuestra esperanza se vuelve real. Las consecuencias mortales del pecado pueden vencerse”, afirma.
“El tema elegido por la XII Asamblea general ordinaria del Sínodo de los obispos -añade el documento- tiene en sí la promesa de una profunda renovación espiritual para la misión de la Iglesia”.
“El modo en que la Palabra de Dios se refleja en nuestras vidas, nos transforma y genera actos de amor entre nosotros, es verdaderamente central para la misión salvífica de la Iglesia”.
Recordando la oración de nuestro Señor por los discípulos “para que todos sean uno… para que el mundo crea”, añade el reverendo Kobia, es necesario unir fuerzas “en un mundo que se desgarra por el conflicto y por la guerra, la división entre ricos y pobres, atormentado por el odio común y la violencia”.
“Con el espíritu de esta afirmación, quisiera aseguraros nuestras oraciones para el éxito del Sínodo de los Obispos”. concluye el comunicado del Consejo.
