Los cristianos deben vivir como hijos de Dios, afirma el Papa

Benedicto XVI explica qué es la perfección cristiana

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo 20 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- La perfección cristiana consiste en “vivir con humildad como hijos de Dios cumpliendo concretamente su voluntad”, afirmó hoy el Papa Benedicto XVI al introducir el rezo del Ángelus.

Asomándose desde la ventana de su estudio para rezar con los peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, el Papa quiso comentar el pasaje del Evangelio de este domingo: “Sed perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo”.

“¿Quién puede llegar a ser perfecto?”, se preguntó.

Citando a san Cipriano, el Papa explicó que “a la paternidad de Dios debe corresponder un comportamiento de hijos de Dios, para que Dios sea glorificado y alabado por la buena conducta del hombre”.

“Quien acoge al Señor en su propia vida y lo ama con todo el corazón es capaz de un nuevo inicio. Consigue cumplir la voluntad de Dios: realizar una nueva forma de existencia animada por el amor y destinada a la eternidad”, añadió.

El Papa exhortó a los fieles, citando a san Pablo, a ser “conscientes” de su identidad de “templo de Dios”, habitado por el Espíritu Santo.

“Si somos verdaderamente conscientes de esta realidad, y nuestra vida es profundamente plasmada por ella, entonces nuestro testimonio se convierte en claro, elocuente y eficaz”, añadió.

“Cuando todo el ser del hombre se ha, por así decirlo, mezclado con el amor de Dios, entonces el esplendor de su alma se refleja también en el aspecto exterior”, dijo el Papa, citando a san Juan Clímaco.

Recordando también un pasaje de la Imitación de Cristo de Tomás de Kempis, uno de los libros de espiritualidad cristianos más populares de todos los tiempos, Benedicto XVI explicó que el secreto de esto es el amor.

“Gran cosa es el amor – leemos en el libro de la Imitación de Cristo –, un bien que hace ligera cada cosa pesada y soporta tranquilamente toda cosa difícil. El amor aspira a subir a lo alto, sin ser entretenido por nada terreno. Nace en Dios y sólo en Dios puede encontrar reposo”, afirmó.

Por último, recordó a los presentes la próxima fiesta de la Cátedra de San Pedro, apóstol a quien “Cristo confió la tarea de Maestro y de Pastor para la guía espiritual del Pueblo de Dios, para que éste pueda elevarse hasta el Cielo”.

“Exhorto, por tanto, a todos los Pastores a asimilar ese ‘nuevo estilo de vida’ que fue inaugurado por el Señor Jesús y que fue hecho propio por los Apóstoles”, concluyó.

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ZENIT Staff

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