Los desafíos de la televisión católica

Entrevista al experto jesuita Paul A. Soukup

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SANTA CLARA (California), miércoles, 13 septiembre 2006 (ZENIT.org).- El sacerdote jesuita Paul A. Soukup, uno de los mayores estudiosos de teología y comunicaciones, participará en el primer Congreso Mundial de Televisiones Católicas que tendrá lugar en Madrid del 11 al 13 de octubre de 2006 (http://www.congresomundialtv.com).

Zenit lo ha entrevistado para hacer un análisis sobre los desafíos que en estos momentos tiene que afrontar la televisión católica. Según el padre Soukup, «a menudo las emisoras católicas tienden a limitar sus programas a contenidos religiosos, pero lamentablemente esto no corresponde al interés público».

El padre Soukup ha escrito varios libros sobre religión y comunicación. Actualmente trabaja en la Universidad de Santa Clara en Silicon Valley.

–¿Existe un modelo de televisión católica?

–Soukup: Hay muchos tipos de televisión católica, según las riquezas culturales y regionales de la Iglesia en cada lugar del mundo.

A menudo se piensa en contenidos típicos como la transmisión de la Misa o de las ceremonias papales. Pero esto es sólo un tipo de programa católico.

En muchos casos, la Iglesia elabora programas educativos. Otras veces produce, por ejemplo, películas o cuñas de un minuto para promover la vida familiar.

–¿Sigue siendo la televisión el mejor medio para comunicar con un público amplio?

–Soukup: Esta es una pregunta más difícil de lo que parece. La televisión es verdad que llega a un público amplio, pero según recientes estudios sobre la comunicación, tal público interpreta y usa la televisión en modos bastante diversos.

En este sentido, no existe en realidad un único tipo de público. Las emisoras y los órganos de comunicación tienden más bien a dirigir sus programas a un segmento de público (jóvenes, padres de clase media, etc.).

La televisión es ciertamente capaz de llegar a un gran número de personas, pero teniendo en cuenta las características demográficas, podrían ser más eficaces otros medios.

–¿Cuál es su opinión sobre las emisoras de televisión católicas, en términos de calidad de contenidos y de capacidad para interesar al público?

–Soukup: Esto varía según los países. La «calidad» puede referirse tanto a una valoración técnica del producto, como a los valores que éste contiene. Algunos canales católicos elaboran productos de alta calidad técnica, mientras que otros no alcanzan tales niveles a causa de restricciones financieras.

La mayor parte busca ofrecer contenidos de calidad, pero esto no necesariamente suscita el interés del gran público.

A menudo, las emisoras católicas tienden a limitar sus programas a contenidos religiosos, pero lamentablemente esto no corresponde al interés del público.

Dicho esto, ha habido ciertamente casos en los que los canales de televisión católicos han sido la única voz pública independiente en países con legislaciones restrictivas sobre los medios. En definitiva, creo que la respuesta a la pregunta no puede ser unívoca.

–¿Cómo enseña a los pastores (sobre todo a los obispos) a superar su temor a la televisión?

–Soukup: Muchos pastores tienen un temor exagerado a la televisión: tienen miedo de los noticiarios, sobre todo cuando son críticos con la Iglesia o cuando informan sobre los escándalos de la Iglesia; y tienen miedo de que los contenidos negativos de la televisión tengan un fuerte impacto sobre la gente. Pero en cierto sentido, estos dos temores son injustificados.

Los pastores deberían aprender a colaborar con los periodistas y a educarles sobre temas de la Iglesia. Los pastores deben comprender que la televisión es sólo uno de los factores que tienen influencia en la vida de las personas.

También la Iglesia puede influenciar el comportamiento y la opinión de la gente, pero debe asegurarse de que su voz sea oída. Demasiado a menudo los pastores querrían ser la única voz (esto es comprensible en cuanto que la Iglesia proclama el mensaje de la salvación en Cristo), pero en nuestro mundo los pastores deben comprender que la suya es sólo una entre muchas voces. La clave sin embargo es hacerse oír.

¿Cómo enseñarlo? Hacen falta relaciones continuas con los agentes de pastoral, hace falta planificación pastoral, y relaciones con los profesionales de televisión.

–¿Qué espera del Congreso de Madrid?

–Soukup: Espero que el Congreso logre tres objetivos: un intercambio de información entre los agentes de la televisión católica del mundo; proporcionar un enfoque realista en los diversos tipos de programación y en la comprensión del público; impulsar el trabajo en este ámbito, con espíritu de humildad y de servicio.

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ZENIT Staff

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