Los formadores sean padres y madres de los consagrados

Concluyó el primer congreso internacional sobre la formación de los religiosos y religiosas. La Santa Sede convoca la próxima reunión, del 16 al 18 de septiembre en Roma, dedicada a los jóvenes de los institutos de vida consagrada

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

“Vivir en Cristo según la forma de vida del Evangelio” fue el tema del congreso internacional para los formadores a la vida consagrada, que ha tenido lugar del 7 al 11 de abril, organizado por la Santa Sede. Los objetivos del encuentro eran clarificar cuáles son las urgencias formativas actuales. Sus participantes, alrededor de 1.400, fueron recibidos el sábado en audiencia por el papa Francisco.

“Gracias, queridos formadores y formadoras, –dijo el Santo Padre a los participantes en el último día del foro celebrado en Roma– por vuestro servicio humilde y discreto, por el tiempo dedicado a la escucha –el apostolado “del oído”, escuchar– por el tiempo dedicado al acompañamiento y el cuidado de cada uno de vuestros jóvenes”. “vosotros no sois solo amigos y compañeros de vida consagrada de los que os son confiados, sino verdaderos padres, verdaderas madres, capaces de pedir y darles el máximo”, añadió.

El primer día se analizó el concepto de formación en su integridad y en la conformación con Cristo. El segundo día se analizaron las metodologías de formación, centradas en la metodología de formación ejercida por Jesús con sus discípulos. Y el viernes por la mañana se insistió en la misión y la afectividad, y por la tarde se celebró una mesa redonda donde diversos formadores presentaron sus experiencias formativas.

Al día siguiente, los asistentes participaron en una eucaristía solemne en la Basílica de San Pedro. Durante la homilía, el cardenal João Braz de Aviz expresó gratitud y alegría, haciendo hincapié en la importancia del abandono confiado en las manos de Dios Padre, especialmente en los momentos difíciles y delicados. “La experiencia del congreso –dijo–fue maravillosa y sorprendente y nos hace entender que tenemos que caminar juntos: así nacerá mucha vida alrededor de nosotros”.

Al mediodía, los participantes mantuvieron un encuentro con el Pontífice. El papa Francisco fue informado detalladamente sobre los trabajos. Después se celebró un foro dirigido por un representante de la Congregación para el Clero, el cardenal Beniamino Stella; otro de la Congregación para la Educación Católica, con el arzobispo Angelo Vincenzo Zani; y un tercero de la Congregación de Vida Consagrada, a cargo del arzobispo José Rodríguez Carballo, y cada uno de ellos expuso un resumen de los aspectos en los que insiste cada dicasterio a nivel formativo, informó la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica en un comunicado.

La formación de los formadores surgió como una necesidad común. “La formación es arte relacional, que se basa en una relación y un intercambio entre el que forma y el que es formado”, señaló el cardenal Stella. “Existen dos libertades, que se encuentran para contribuir a la única acción formativa, que tiene obviamente diferentes responsabilidades y tareas, en razón de lo que le compete a cada uno”. En su intervención, el purpurado también hizo hincapié en la importancia de un adecuado discernimiento vocacional y de una formación que promueva el desarrollo de la persona, y sobre todo “una afectividad, plena y realizada, con una continencia perfecta en el celibato”.

Al comienzo de su discurso, Mons. Zani enumeró las escuelas católicas y facultades eclesiásticas, surgidas en el mundo gracias a los carismas religiosos destinados a la educación: «Toda la Iglesia está muy agradecida –apuntó– por este valioso servicio». A continuación, se centró en los retos educativos: el reto de la comunicación en las relaciones entre las generaciones, la nueva cultura digital; la interculturalidad, y la necesidad de favorecer el encuentro y el diálogo entre las culturas, para construir la unidad en la diversidad.

En su turno de palabra, Mons. Carballo destacó algunas urgencias de la formación: el discernimiento vocacional; la necesidad de un encuentro personal con Jesús; caminar en profunda comunión con la Iglesia; formarse y formar a una vida fraterna en comunidad que sea humana y humanizadora; cuidar la “pasión” por el Señor y la “pasión” por la humanidad, especialmente por los más pobres; prepararse para la misión especifica del Instituto; cultivar “un amor renovado por el compromiso cultural, una dedicación al estudio como medio de formación integral y como camino ascético”. “Frente a la tentación del desaliento, el cansancio y la decepción debido a las exigencias actuales de la formación y los pobres resultados que se obtienen, a partir de mi experiencia como formador durante muchos años, no dudo en decir a todos los formadores: No tengáis miedo”, concluyó.

Al final del congreso, fue entregado un mensaje a todos los formadores del mundo, titulado “Bienaventurados vosotros, los formadores y formadoras”, y se convocó la próxima reunión, del 16 al 18 de septiembre en Roma, para la Conferencia de las jóvenes y los jóvenes consagrados.

La Iglesia está celebrando el Año de la Vida Consagrada, que comenzó el 29 de noviembre de 2014 y concluirá el 21 de noviembre de 2015, en el marco de los cincuenta años del decreto Perfectae caritatis, el documento del Concilio Vaticano II sobre la adecuada renovación de la vida religiosa.

Leer también: 

Francisco a los formadores: ‘Vivir con alegría y gratitud este ministerio’

Entrevista a Mons. Carballo, secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, que organiza el congreso que reúne a 1500 formadores

(IDV) (HSM)

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación