ROMA, 4 octubre 2001 (ZENIT.org).- La Marcha por la Paz una iniciativa que reúne en Asís desde hace 40 años a representantes de la sociedad civil y religiosa de Italia se celebrará el próximo 14 de octubre subrayando, según declararon los organizadores, que la lucha al terrorismo «no sólo es legítima sino necesaria».
En una rueda de prensa se presentó este martes la plataforma que apoya la inciativa, en la que se unen 650 asociaciones. Previa a la marcha, se celebrarán en todo el país, del 11 al 13 de octubre, 650 convocatorias locales con el mismo tema y sietes foros sobre Sudán, Colombia, Kurdistán, Balcanes, Oriente Medio, el agua, y la deuda externa.
El padre Enzo Fortunato, portavoz del Convento de Asís, aseguró en la rueda de prensa la cercanía de los franciscanos «a quien sufre», aunque advirtió que «la paz es don de Dios y compromiso del hombre y quien, desde la izquierda, quiere manipular la marcha, la empobrece».
Recordando la misión de San Francisco de Asís ante el sultán de Egipto, en 1219, el padre Fortunato hizo un llamamiento al Islam: «Ayudadnos a defenderos».
Por su parte, Luigi Bobba, presidente de la rama de la Acción Católica que de Trabajadores Italianos (ACLI), aludiendo a las voces que acusan a algunos participantes de estar contra Estados Unidos, indicó que «las motivaciones de la marcha no son «contra nadide» y todas son de signo
positivo».
Por su parte, Flavio Lotti, coordinador de la Mesa por la Paz, la comisión promotora de la manifestación, rechazó que los organizadores estén contra la globalización y propone una «nueva globalización».
«Pensamos en otro tipo de globalización: la de los derechos, la democracia y la solidaridad», aclaró.
En este sentido, admitió la legitimidad de la lucha al terrorismo ya que «el objetivo de los terroristas son siempre los civiles» y es por tanto «la sociedad civil la que debe pedir intervenciones eficaces».
Por ello, consideró que la respuesta no debe ser una «guerra» sino «una operación de policía internacional». La plataforma considera que esta acción no sólo le corresponde a un país, sino a toda la comunidad de naciones, por lo que exige implicar a la ONU.
Para Lotti, los pasos que debe dar la comunidad internacional, en la actual crisis son, en primer lugar «ayudar a los prófugos afganos».
En segundo lugar, combatir al terrorismo «que explota el fanatismo, la pobreza y la desesperación de mucha gente», haciendo un esfuerzo por la paz entre israelíes y palestinos.
Por último sugiere acabar con el embargo a Irak que ha logrado sólo «la muerte de miles de niños».
