BELÉN/ROMA, 12 abril 2002 (ZENIT.org).- Los franciscanos han lanzado un llamamiento a las comunidades judías del mundo para que se restituya la luz y el agua a los frailes de la Basílica de la Natividad de Belén, asediados desde hace once días por el Ejército israelí.
Por su parte, el fraile franciscano encargado de la custodia de la Basílica de la Natividad de Belén afirmó este viernes que está convencido de que el Ejército israelí no atacará el templo.
«Estoy convencido de que las fuerzas armadas israelíes se lo pensarán cien veces antes de atacar la Basílica. Al final no lo harán», declaró por teléfono desde el recinto sagrado el padre Ibrahim Faltas, rector del convento franciscano, considerando que un ataque sería una masacre inútil.
Después de once días de asedio, tras la irrupción en el templo de unos doscientos palestinos –buena parte de ellos armados–, los religiosos sienten no sólo la falta de agua y comida, sino sobre todo el cansancio psicológico, según ha informado el mismo padre Faltas a la agencia misionera Misna.
La casa general de los Frailes Menores en Roma ha denunciado en un mensaje enviado a Zenit que el convento franciscano permanece sin agua y sin luz. Sin embargo, y de manera inexplicable, en los últimos días el Ejército israelí concedió luz y agua a la zona habitada por griegos, armenios e incluso a la zona de los habitantes locales donde se encuentra la mayoría de los palestinos rastreados por el ejército.
Por este motivo, la Custodia franciscana de la Tierra Santa ha informado a Zenit que este viernes lanzó un urgente llamado a las Comunidades hebreas en Israel y en el mundo para que pidan al Ejército israelí que restituya la luz y el agua a los frailes franciscanos del convento de la Natividad en Belén, tras varios días de peticiones y súplicas inutilmente repetidas ante el Gobierno de Israel.
Los Frailes recuerdan su tradicional amistad con los «Hermanos Mayores» judíos y el reconocido heroísmo de los Frailes que arriesgaron la vida por salvar a los judíos del Holocausto.
«Nosotros no somos vuestros adversarios, no somos una parte en el conflicto en curso, os suplicamos en el Nombre del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob: «Tened piedad, restituidnos luz y agua»», afirma el llamamiento.
Por su parte, Radio Vaticano denunció este viernes que el Ejército israelí ha vuelto a ocupar la casa de acogida en Belén perteneciente a la Iglesia ortodoxa rusa. La información ha sido confirmada por el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, que ha protestado ante las autoridades israelíes.
En días pasados, el patriarca ortodoxo de todas las Rusias, Alejo II, había lanzado un llamamiento a la Federación Rusa, Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas para denunciar: «Una ulterior escalada de sangre podría desestabilizar todo Oriente Medio».
Al mismo tiempo pedía a toda la comunidad mundial que «incremente su participación en el proceso de paz».
Cáritas de Jerusalén ha lanzado un llamamiento urgente pidiendo 813.000 euros (unos 715 mil dólares) para distribuir medicinas en los hospitales, vestidos y mantas para quienes han perdido la casa, reparación de algunas casas, y alimentación para 1.200 familias de Jenin, Ramala y alrededores.
Al mismo tiempo se multiplican las iniciativas de oración en el mundo. «Todos los días rezamos el Rosario en respuesta a la invitación de oración por Tierra Santa lanzada por el Papa», afirma un comunicado de Comunión y Liberación.
«Sólo la intervención de Dios puede llevar esa paz que parece imposible a los hombres», añade la declaración.
