ROMA, miércoles, 21 abril 2004 (ZENIT.org).- Los hermanos franciscanos menores (OFM) han celebrado en Roma del 16 al 18 de abril el Simposio Internacional sobre el Diálogo Interétnico y la Reconciliación como reflexión sobre el décimo aniversario del genocidio ruandés.
El ministro general de los franciscanos menores, Fray José Rodríguez Carballo, pidió perdón «por todas aquellas circunstancias en las que, a través de la historia, nos hemos alejado del espíritu de Cristo y de su Evangelio».
«Ponemos nuestra mirada en Jesucristo, nuestra reconciliación, para reafirmar nuestra profunda convicción de que la paz, el diálogo y la reconciliación son posibles», afirmó el superior franciscano.
El ministro general abogó por «una nueva evangelización que llegue a transformar nuestros corazones».
Pidió asimismo «aceptar que las diferencias de raza y de cultura son fuente de complementariedad y de enriquecimiento».
Entre las experiencias relatadas, destacó la del obispo de Yibuti, Giorgio Bertin, ofm, quien hizo un llamamiento para que «la comunidad internacional, incluida la Iglesia, no deje solo a un pueblo en dificultad sino que lo acompañe en la búsqueda de soluciones».
Monseñor Bertin, quien es también administrador apostólico de Mogadiscio (Somalia) propone distintas vías de acción: «bloquear los tráficos ilegales, sostener a los somalíes que trabajan para reconstruir la paz, orar y facilitar momentos de encuentro y frenar a quien favorece las divisiones».
El cardenal Renato Raffaele Martino, presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, afirmó en la homilía de la misa conclusiva que «La Eucaristía es el sacramento de la purificación y del amor, y debe coronar un proceso en el cual la memoria, sobretodo la que recuerda el odio y la guerra, encuentra las razones espirituales para su purificación».
El purpurado se refirió al genocidio de Ruanda como a «una realidad escalofriante», «uno de los acontecimientos más desoladores del siglo pasado en el cual nuestra fe se ha puesto duramente a prueba».
El secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el arzobispo Robert Sarah, destacó la necesidad del «diálogo interétnico y reconciliación entre los pueblos», especialmente en África.
«Es necesario, en un mundo cada vez más intolerante, promover el encuentro y el diálogo de las culturas y de los pueblos para edificar un auténtico humanismo», afirmó el arzobispo emérito de Conakry (Guinea).
Para lograr un auténtico diálogo, «es necesario superar los estereotipos psicológicos, aprender nuevos métodos y aceptar la alteridad», propuso monseñor Sarah.
Más información y ponencias del congreso en la página oficial de la Orden de Frailes Menores http://www.ofm.org/em/simposio/index.html.