CIUDAD DEL VATICANO, 20 nov (ZENIT.org).- ¿Cómo será el testimonio de los cristianos en la aurora del tercer milenio? Esta es la pregunta a la que responderán 600 líderes laicos católicos de los cinco continentes invitados a participar en una cita histórica: el Congreso del Laicado Católico del Jubileo.
El encuentro, que tendrá lugar en Roma del 25 al 30 de noviembre, se enmarca en la celebración del Jubileo del Apostolado de los Laicos, que presidirá Juan Pablo II en el Vaticano el domingo 26.
El Congreso reunirá a esos hombres y mujeres laicos, mal llamados hace décadas «cristianos de segunda categoría», que hoy han asumido un papel de liderazgo dentro de la Iglesia. Algunos son fundadores de los nuevos movimientos eclesiales, como Chiara Lubich (Focolares), Andrea Riccardi (Comunidad de San Egidio) o Martine Catta (Comunidad del Emmanuel).
Otros son intelectuales de primer orden como Pedro Morandé (de la Universidad Católica de Chile), Mary Ann Glendon, catedrática de Derecho de la Universidad de Harvard, George Weigel autor de «Testigo de esperanza», o el filósofo Alejandro Llano (España).
Por primera vez, además, participarán representantes del laicado de los países ex comunistas (entre los invitados hay exponentes de Siberia, Lituania, Estonia, Rusia, Ucrania, Georgia).
La gran mayoría de los seiscientos participantes vendrán a Roma como delegados de las Conferencia episcopales de todos los rincones del planeta. Habrá 174 representantes de las organizaciones católicas internacionales y 150 invitados por el Consejo Pontificio para los Laicos, entre quienes se encuentran personalidades de renombre mundial en diferentes profesiones y actividades humanas.
Una de las novedades de este Congreso es la participación de una representación ecuménica, compuesta por laicos representativos de Iglesias y comunidades cristianas. La jerarquía estará representada por 30 cardenales y obispos de todos los continentes.
Del 27 al 29, a puertas cerradas y en plena libertad, afrontarán las cuestiones que pondrán sobre el tapete de la discusión obispos de varios continentes: el cardenal Jean-Marie Lustiger (París), el cardenal Bernard F. Law (Boston), monseñor Roberto Sarah (arzobispo de Conakry, Guinea), monseñor André-Mutien Léonard (obispo Namur, Bélgica).
Los temas que se les han asignado a estos cardenales y obispos plantean de manera sumamente concreta el objetivo del Congreso: los laicos serán los misioneros del tercer milenio. Una relectura, en cierto sentido, de aquellas antiquísimas palabras de la Carta a Diogneto (s. II) en la que se lee: «Los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpo».
Tras su relación de la mañana, líderes laicos cristianos tendrán una mesa redonda y luego la palabra pasará a todos los participantes.
En este sentido, al presentar hoy a la prensa el congreso, el cardenal estadounidense James F. Stafford, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, explicó que el Congreso, siguiendo el espíritu del Jubileo «representa para los participantes, e con ellos para todo el laicado, un examen de conciencia orientado a la penitencia y a la conversión para que el paso de los creyentes hacia el tercer milenio no resienta las consecuencias del cansancio, sino que se refresquen en su cansancio cotidiano al servicio de la edificación del Reino».
El secretario del Consejo vaticano para los Laicos, organismo vaticano artífice las jornadas mundiales de la juventud, el arzobispo polaco Stanislaw Rylko aclaró que «este congreso será un lugar de diálogo, de intercambio, de testimonio y de común oración, pero también de confrontación y examen entre las diferentes experiencias eclesiales, en un espíritu de comunión y de amistad. Corresponderá a los presentes la tarea de convertirse en testigos de esta extraordinaria experiencia eclesial, en sus respectivos ambientes de vida y de compromiso cristiano».
Por su parte, el profesor Guzmán Carriquiry, laico de Uruguay con un alto cargo de responsabilidad en el Vaticano, es subsecretario del Consejo Pontificio para los Laicos, ilustró el programa del Congreso, que se inaugurará el sábado 25 con un mensaje del Santo Padre y tres relaciones.
En la noche de ese mismo día habrá una «Vigilia jubilar» como preparación espiritual. El domingo 26, solemnidad de Cristo Rey, será el momento culminante. El Papa presidirá en la mañana una misa en la basílica vaticana con motivo del Jubileo del Apostolado de los Laicos. En la tarde de ese día, en las catacumbas de Santa Domitila, está prevista la celebración jubilar en «memoria de los mártires».
