Los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades aportarán sus carismas en el Año de la Fe

Entrevista a monseñor Miguel Delgado, subsecretario del Consejo Pontificio para los Laicos

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Por H. Sergio Mora

ROMA, domingo 15 julio 2012 (ZENIT.org).- Entre los diversos eventos del Año de la Fe, convocado por Benedicto XVI el 18 de mayo estará la vigilia de Pentecostés, dedicada a todos los movimientos antiguos y nuevos. Se hará un peregrinaje a la tumba del apóstol Pedro, se rezará también en la plaza de San Pedro “para pedir a Dios que envíe nuevamente con gran abundancia su Espíritu, de manera que se renueven los prodigios como en los primeros tiempos de la Iglesia naciente”, como indica el programa oficial.

Para entender mejor qué son los nuevos y antiguos movimientos eclesiales y las nuevas comunidades que participarán al Año de la Fe, que se realizará del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2012, ofrecemos una entrevista que el subsecretario del Consejo Pontificio para los Laicos, el presbítero español Miguel Delgado, concedió a ZENIT, en la que indicó que el contacto del papa con los movimientos será un momento de gran importancia del evento.

Monseñor Delgado explicó algunas particularidades de estos «nuevos y antiguos movimientos» integrados esencialmente por fieles laicos, si bien indicó que “las inspiraciones de Dios son tantas que es difícil encuadrarlas en criterios rígidos”.

¿Qué se entiende por nuevos y antiguos movimientos?

–Mons. Delgado: Nuevos quizás aquellos que nacieron un poco antes del Concilio Vaticano II; como el Movimiento de los Focolares fundado por Chiara Lubich en 1943 y Comunión y Liberación en los años cincuenta con don Luigi Giussani, y los que vinieron después de la conclusión del Concilio, como la Comunidad de San Egidio, nacida en 1968 en Roma por iniciativa del profesor Andrea Riccardi, y muchos otros. Pero también antiguos como las Congregaciones Marianas, que ahora se llaman Comunidad de Vida Cristiana. A esta jornada del 18 de mayo están todos invitados, sin olvidarse de otro evento relacionado: la Jornada Mundial de la Juventud que se realizará en Río de Janeiro en Julio del año próximo.

¿Cuál es la característica de un movimiento eclesial?

–Mons. Delgado: En los movimientos eclesiales y en las nuevas comunidades cada fiel que forma parte asume el empeño de vivir un carisma particular que penetra toda la existencia cristiana, con espacios de formación cristiana y evangelización. En estas realidades eclesiales las personas tienen la posibilidad de encontrar y hacer encontrar Cristo a los demás, o sea son incentivados a volverse apóstoles en los ambientes en los que viven.

¿Todos los católicos tienen que pertenecer a algún movimiento?
–Mons. Delgado: Seguramente no, si bien en la Iglesia existe del derecho de asociación, por lo tanto los fieles son siempre libres de participar a un movimiento eclesial o no.

¿Y los movimientos eclesiales cuándo tienen que ser reconocidos por la autoridad eclesiástica?
–Mons. Delgado: En un cierto grado de desarrollo de un movimiento, el derecho tiene que llegar, no para sofocar, sino para garantizar en el futuro la continuidad de los movimientos eclesiales, así como para un uso ordenado de los carismas en la Iglesia. El Consejo Pontificio para los Laicos se informa siempre con los obispos en donde los movimientos se implantan. Después en cada movimiento tienen que existir los criterios de eclesialidad que están indicados en la exhortación apostólica Christifideles Laici, de Juan Pablo II, así como la adhesión al magisterio, la unión filial con el papa y con los pastores de las Iglesias locales, el descubrimiento de la llamada a la santidad, etc.

¿Cómo se obtiene el reconocimiento y qué pasa con quien no quiere inscribirse?

–Mons. Delgado: La solicitud de un eventual reconocimiento de un movimiento eclesial debe partir siempre del sujeto interesado; por lo tanto es un acto libre de cada unión de fieles. Es un procedimiento que necesita tiempo, no es como ir al registro civil y hacerse poner un sello. Además a nivel de la Santa Sede se pide que el movimiento tenga una presencia internacional.

¿Cómo entender la fidelidad doctrinal que estos movimientos tienen que tener hacia la Iglesia?
–Mons. Delgado: La autoridad eclesiástica tiene que evaluar siempre la adhesión de cada realidad asociativa a los criterios de eclesialidad antes indicados. Criterios fundamentales y que no pueden faltar por ningún motivo.

¿Cómo operan los carismas?

–Mons. Delgado: En las formas más diversas, como en el testimonio personal de la fe, en el servicio a las personas más necesitadas de la sociedad, a través de la música, el arte, etc. No es que todos tengan que hacer lo mismo: en este gran concierto cada uno tiene que operar como es. Pienso en un movimiento que trabaja con los musicales y que reúne y ayuda a tantos jóvenes. Son personas que ayudan a llevar a Cristo a los demás. Pienso por ejemplo en la diócesis de Murcia en España, en dónde hay tantas comunidades del Cammino Neocatecumenal y en donde el nivel de la práctica religiosa aumentó mucho. En Estados Unidos y en todo el continente americano está muy presente la Renovación Carismática católica, como también en África.

¿En qué medida son importantes estos movimientos eclesiales y las nuevas comunidades?

–Mons. Delgado: Diría que se habla más bien poco de los movimientos eclesiales y de las nuevas comunidades respecto a todo lo que hacen. El bien generalmente no hace noticia y es necesario que lo haga.

En el anuario estadístico de la Iglesia no aparecen aún datos relativos a las asociaciones de los fieles.

Los movimientos eclesiales proporcionan mucha información sobre las propias actividades.

¿Cómo distinguir un movimiento laical de uno religioso?
–Mons. Delgado: Es necesario conocer de cerca cada realidad eclesial. El criterio fundamental que caracteriza la vocación propia de los fieles laicos es justamente su relación con el mundo: por ejemplo, un médico que trabaja en un hospital, la madre de familia que tiene que gestionar tantas cosas relacionadas con la vida cotidiana de la familia, la periodista que trabaja en una radio, etc. Es allí donde los laicos tienen que impregnar el mundo con el espíritu cristiano y hacer conocer a Dios a sus familiares, amigos y colegas de trabajo.

¿Cuál es el estado de salud del mundo de hoy desde el punto de vista de la fe?

–Mons. Delgado: Mejor de lo que parece, incluso si la situación no es fácil. Por esto el papa ha convocado el año de la Fe y está hablando continuamente sobre el tema de Dios. Según mi opinión hay más luces que sombras. Por naturaleza no soy catastrofista. Además, Jesús nos aseguró que está con nosotros hasta el final del mundo, pero no nos dijo ‘sin dificultades’. La Iglesia es la presencia continua de Cristo en la historia y es el Señor que sostiene la navegación de esta barca desde hace más de dos mil años.

¿Cuál es su sitio web?

–Mons. Delgado: Es www.laici.va

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ZENIT Staff

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