COCHABAMBA, miércoles 17 de septiembre de 2008 (ZENIT.org).- Los obispos de Bolivia publicaron una nota el pasado 10 de septiembre, en la que hacen un llamamiento urgente ante la «espiral de violencia que se va ampliando cada día más en distintas regiones del país y que amenazan arrastrar a todo el pueblo boliviano».
Con el título «¡No a la violencia, sí al entendimiento!», los prelados se muestran preocupados por las consecuencias de la ola de violencia desatada entre el Gobierno y la oposición, y que ya ha producido varias muertes.
«Bolivia está amenazada hoy por crecientes niveles de confrontación y violencia entre hermanos que, bajo actitudes y consignas de intolerancia, odio, xenofobia y racismo, tratan de imponer su visión de país», advierten.
Los obispos piden «en el nombre de Dios» que «cese la violencia» y que se busquen soluciones pacíficas a los conflictos sociales del país. Especialmente, piden a las autoridades que busquen soluciones por la vía institucional.
Al pueblo le piden que «no pierda la fe en la patria» a pesar de la situación. Especialmente piden a los creyentes que «den testimonio de su fe, promoviendo la unidad y el entendimiento, desechando toda actitud de intolerancia, odio, racismo y enfrentamiento».
Apelan también a la responsabilidad de los medios de comunicación: «La vía del sensacionalismo, la superficialidad, la cobertura que apela a la simple confrontación y la desinformación los hará cómplices de los fatales desenlaces».
«Ningún debate o pugna, y menos el de lograr, mantener o ampliar poder, merece muertos, sangre ni vejaciones», añaden.
En este sentido, la jerarquía boliviana ha convocado para el próximo viernes 19 de septiembre una jornada nacional de oración por la paz.
Bolivia «vive un proceso social y político de necesarios cambios que deben concretarse en una definitiva inclusión de los sectores hasta ahora marginados en una vida más plena y digna para todos».
«Se debe hacer un esfuerzo conjunto para superar la pobreza atendiendo los problemas de la gente más necesitada. Sin embargo, estos cambios deben ser fruto de un consenso amplio, diálogo y concertación permanentes; de ninguna manera resultado de imposiciones o de la fuerza», concluyen los obispos.
El documento entero puede leerse en: www.iglesia.org.bo/sitio/informaciones/index_noticia.php?id=918
Por Inma Álvarez
