LOURDES, viernes, 7 abril 2006 (ZENIT.org).- Los obispos de Francia han declarado este viernes su disposición para acoger a los seguidores del arzobispo Marcel Lefebvre cuando se logre su reconciliación con la Santa Sede.
Una nota emitida al final de su asamblea plenaria, celebrada del 4 al 7 de abril, informa que «sabemos que al Papa Benedicto XVI le preocupan» las relaciones con la Fraternidad de San Pío X, fundada por monseñor Lefebvre.
«En las próximas semanas o meses, debería dar las directivas para facilitar el camino hacia un regreso posible a una plena comunión», revelan los prelados.
Y aseguran: «Las acogeremos en la fe y las aplicaremos con fidelidad. Evangélicamente hay que hacer todo lo posible para que se realice la palabra del Señor: «Que sean uno»».
Según los obispos, «esta comunión tiene que buscarse en la caridad y en la verdad. La caridad implica tratar de conocerse, de comprender, hacer desaparecer las falsas imágenes que podemos tener los unos de los otros».
«Implica al mismo tiempo abandonar toda polémica sistemática y toda voluntad de confrontación», añaden.
Por su parte, subrayan, «la verdad implica ser claros sobre nuestros puntos de disenso. De hecho, éstos afectan menos a cuestiones de liturgia que a la acogida del magisterio, en particular, el del Concilio Vaticano II y el de los Papas de estas últimas décadas».
«La comunión puede estar acompañada por cuestiones, por peticiones de precisión o de profundización. No puede tolerar un rechazo sistemático del Concilio, una crítica de su enseñanza, ni la denigración de la reforma litúrgica que el Concilio decretó», indican.
Este viernes Benedicto XVI mantuvo una segunda reunión con los jefes de los dicasterio de la Santa Sede en la que se afrontó esta misma cuestión.
