Los obispos de Nicaragua preocupados por el «dramático» crecimiento de pobreza

MANAGUA, viernes, 18 de noviembre de 2005 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Nicaragua ha expresado su preocupación por «el cuadro dramático en orden creciente de pobreza material y espiritual que se manifiesta en una carencia de valores y en una frustración social progresiva».

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La constatación de los prelados forma parte del mensaje que dirigieron el 16 de noviembre al término de la Asamblea Plenaria anual, en la que han sido elegidos sus nuevos responsables.

«Es apremiante restaurar las bases de la convivencia social para generar espacios de diálogo y esfuerzos compartidos en la solidaridad, en la búsqueda de la justicia y en el respeto a la verdad», afirman los obispos.

El mensaje episcopal reclama «esfuerzos compartidos en la solidaridad con los que sufren en carne viva la pobreza, como son los desempleados, marginados sociales, los emigrantes y todos aquellos que no tienen oportunidad de desarrollar una calidad de vida digna de todo ser humano».

Al mismo tiempo, los obispos se unen «al sufrimiento de nuestros hermanos emigrantes, que en busca de una mejor oportunidad de vida, han dejado su patria y su familia y se esfuerzan por integrarse en una nueva cultura, pasando muchas veces por situaciones dolorosas».

El episcopado nicaragüense asegura que «es necesaria la búsqueda de la justicia porque sin ella no es posible construir en paz un desarrollo digno para todos, ya que la ley cuando está unida a los egoísmos y oportunismos de personas y grupos se convierte en una carga insoportable de tributos y sanciones incapaces de cumplir».

«Restaurar las bases de la convivencia en la sociedad implica un esfuerzo por localizar aquellos puntos que generan división y conflicto entre los actores que se identifican con el quehacer social, cultural, político y económico», constata el texto.

Concluye proponiendo «experiencias de diálogo», y «la búsqueda de la reconciliación», que «en los momentos de crisis han permitido localizar esos puntos discordantes hasta alcanzar compromisos que han redundado en bien de los nicaragüenses».

Durante la plenaria se eligieron las autoridades del Episcopado para el trienio 2005-2008, cuya Junta Directiva será presidida por monseñor Leopoldo José Brenes Solórzano, arzobispo de Managua, quien será asistido en la vicepresidencia por monseñor Bernardo Hombach, obispo de Granada; y por monseñor Sócrates Rene Sándigo Jirón, obispo de Juigalpa, en la secretaría general. Como ecónomo general actuará el padre David Zywiec Sidor OFM CAP, obispo auxiliar del Vicariato de Bluefields.

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ZENIT Staff

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