Los obispos de Panamá ante los desafíos de la actualidad del país

Comunicado al concluir la asamblea plenaria

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PANAMÁ, miércoles, 11 enero 2006 (ZENIT.org).- Publicamos el comunicado que emitió la Conferencia Episcopal Panameña al concluir la asamblea plenaria ordinaria número 174 en Panamá, el 6 de enero pasado.

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Hermanos y hermanas en el Señor:
Los Obispos de la Iglesia Católica en Panamá celebramos del 2 al 6 de enero nuestra primera Asamblea Plenaria Ordinaria anual. Fueron parte de la intensa agenda que compartimos, algunos temas propios de la vida de la Iglesia y de la coyuntura socio- económica y política que vive nuestro pueblo.

ACCIÓN DE GRACIAS A DIOS
Al inicio de este nuevo año damos gracias a Dios, fuente de todo bien, que nos ha congregado. Nuestra Conferencia se ha enriquecido con la incorporación del nuevo Obispo de la Diócesis de Colón Kuna Yala, Mons. Audilio Aguilar, a quien damos nuestra cordial acogida. De igual manera, saludamos al Señor Nuncio Apostólico Mons. Giambattista Diquattro quien comparte, por primera vez, nuestra Asamblea Plenaria. Nos alegramos de que Mons. Carlos María Ariz, c.m.f. , Obispo Emérito de Colón, siga como miembro de la Conferencia en su condición de Presidente de varios Departamentos.

Del pasado año, queremos destacar de manera particular el Año de la Eucaristía, que culminó en octubre de 2005, y el Sínodo sobre la Eucaristía. Ambos acontecimientos representaron ocasiones de gracia muy especiales para la Iglesia.

Frente a la crisis institucional de la Caja de Seguro Social, nos ha tocado ser testigos y garantes de un diálogo, que ha dado sus primicias en la nueva Ley Orgánica de la institución y nos ha enseñado a todos que escuchar y compartir es la manera más eficaz de construir un Panamá de todos y para todos.

HACIA LA V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO
El Santo Padre Benedicto XVI ha convocado la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y de El Caribe, a realizarse en Brasil, en mayo de 2007, con el lema: “Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en El tengan vida. «Yo soy el camino, la verdad y la vida»( Jn 14,6 ).

Esto exige la participación y la corresponsabilidad de todo el Pueblo de Dios, para lo cual, tanto los organismos de la Conferencia Episcopal Panameña, como las diversas diócesis realizarán la preparación, siguiendo y adaptando a nuestra realidad las pautas y subsidios ofrecidos por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

INFORME SOBRE EL RECIENTE SÍNODO DE LOS OBISPOS EN ROMA
Mons. José Agustín Ganuza o.a.r., Obispo Prelado de Bocas del Toro y delegado por la Conferencia Episcopal Panameña, al reciente Sínodo de los Obispos, informó lo que significó para él esta experiencia de colegialidad episcopal y de comunión con el Papa Benedicto XVI.
Finalmente, explicó el contenido de su intervención sinodal, en la que integró la propuesta de una mayor inculturación en la celebración de la Eucaristía, teniendo en cuenta las posibilidades de adaptación y la riqueza cultural y religiosa de las comunidades indígenas.

COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia ha ocupado nuestra particular atención. En él encontramos valiosas inspiraciones para enriquecer nuestro magisterio social. Asimismo, nuestros sacerdotes hallarán inspiraciones e indicaciones para el trabajo pastoral de la evangelización de la vida social y para incrementar la indispensable actividad formativa y educativa.
Queremos, sobre todo, que los fieles laicos que, por su vocación y su misión, tienen la específica tarea de evangelizar la vida social, hagan uso de él, pues son los que deben lograr la implementación concreta de la Doctrina Social de la Iglesia.

La Doctrina Social no es un programa político, social o económico, sino instrumento de formación de nuestra conciencia y guía para que los discípulos de Jesucristo, con libertad y autonomía, se decidan a realizar aquellas opciones sociales, económicas y políticas que sirvan para concretizar el ideal de un humanismo integral y solidario.

LA COYUNTURA SOCIO-ECONÓMICA Y POLÍTICA DEL PAÍS
Después de analizar los nuevos procesos socio-económicos y políticos que van desarrollándose en el país, se destacaron algunas situaciones que requieren una nueva atención y acompañamiento pastoral de parte de la Iglesia en Panamá. En particular los siguientes desafíos: la necesidad de un nuevo ordenamiento jurídico; la inseguridad ciudadana; el alarmante aumento de la violencia doméstica y callejera; la situación crítica de las cárceles, agravada por el 63% de internos no juzgados; la urgencia de acompañar adecuadamente a los jóvenes; el aumento del salario mínimo; un Tratado de Libre Comercio favorable a los intereses del país; la modernización del Canal; el alza del costo de la energía eléctrica y sus repercusiones económicas.

En varias ocasiones, los Obispos de Panamá nos hemos pronunciado sobre estos temas de interés social. Por eso ahora, es suficiente recordar que, según nuestra visión pastoral, inspirada en el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, la persona humana debe estar en el centro de toda actividad económica. Las soluciones a esta problemática han de tener como principios fundamentales el diálogo, el bien común, la equidad, la solidaridad y una caridad creativa.
Esta fue la preocupación de nuestro querido Papa Juan Pablo II de feliz memoria, cuando señalaba: «los pobres parecen tener bien poco que esperar» (Ecclesia de Eucaristhia 20); y además advertía: «si la globalización se rige por las meras leyes de mercado aplicadas según las conveniencias de los poderosos, lleva a consecuencias negativas» (Ecclesia in America 20).

Tomando en cuenta estas orientaciones, creemos urgente que las necesidades de los pobres y sectores más vulnerables, sean asumidas como prioridad por parte de las autoridades y de toda la sociedad panameña.

LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Nos hacemos eco de la preocupación ciudadana sobre la necesidad de promover reformas profundas que garanticen una administración de justicia expedita, equitativa, transparente e imparcial, condición indispensable para una auténtica democracia y un desarrollo integral.
Valoramos el esfuerzo de la Comisión de Estado por la Justicia y exhortamos a seguir sus recomendaciones, particularmente en lo relativo a la selección de los Magistrados, las reformas a la Ley contra el enriquecimiento ilícito, el proyecto de Ley de agilización de la justicia y la aplicación de mecanismos que permitan la humanización de los centros penitenciarios del país.
Reiteramos lo expresado por el beato Juan XXXIII: “La participación en la vida comunitaria no es solamente una de las mayores aspiraciones del ciudadano, llamado a ejercitar libre y responsablemente el propio papel cívico con y para los demás, sino también uno de los pilares de todos los ordenamientos democráticos, además de una de las mejores garantías de permanencia de la democracia” ( Pacem in terris AAS 1963).

Recientemente el Papa Benedicto XVI nos ha insistido: “La paz no es la mera ausencia de conflictos, sino el resultado de un orden diseñado y querido por el amor de Dios. No puede haber paz cuando falta la adhesión al orden trascendente de la realidad, o bien el respeto de aquella gramática del diálogo que es la ley moral universal, inscrita en el corazón del hombre; cuando se obstaculiza y se impide el desarrollo integral de la persona y la tutela de sus derechos fundamentales» ( Mensaje de la Paz 2006).

DEFENSA DE LA VIDA Y LA FAMILIA
Como Pastores hemos proclamado y defendido el valor de la vida y la familia y estamos decididos a continuar prestándole nuestra atención pastoral.

“Hoy es preciso anunciar con renovado entusiasmo que el evangelio de la familia es un camino de realización humana y espiritual, con la certeza de que el Señor está siempre presente con su
gracia. Este anuncio a menudo es desfigurado por falsas concepciones del matrimonio y de la familia que no respetan el proyecto originario de Dios. En este sentido, se han llegado a proponer nuevas formas de matrimonio, algunas de ellas desconocidas en las culturas de los pueblos, en las que se altera su naturaleza específica” ( Discurso del Papa Benedicto XVI dirigido a los Presidentes de la Comisiones Episcopales para la Familia y la Vida de América Latina, el 3 Diciembre 2005).
Están surgiendo nuevos planteamientos que colocan en tela de juicio este derecho fundamental a la vida y la familia. Por esta razón, la Iglesia mira con preocupación todo intento de deformar el derecho de toda persona a nacer de un padre y una madre y crecer en el seno de una familia. La ciencia cuando no reconoce sus propios límites y no acepta todos los principios morales que permiten salvaguardar la dignidad de la persona, se convierte en una amenaza para el ser humano que queda reducido a un objeto o a un mero instrumento. Cuando se llega a estos niveles se resiente la misma sociedad y se estremecen sus fundamentos con toda clase de riesgos.

AGRADECIMIENTO
Expresamos nuestro agradecimiento a quienes con su participación iluminaron algunos temas de nuestra agenda. Así mismo, agradecemos a nuestros más cercanos colaboradores: sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, seminaristas y laicos, que nos han acompañado con sus oraciones.
Que Santa María la Antigua ilumine nuestro caminar. Y sea ella nuestro modelo para “escuchar la palabra de Dios y ponerla en práctica” (Lc. 8,21).

Les bendecimos.
+ Óscar Mario Brown Jiménez
Obispo de Santiago de Veraguas
Presidente de la C.E.P

+ José Dimas Cedeño Delgado
Arzobispo Metropolitano de Panamá
Vice-Presidente de la C.E.P.

+ José Domingo Ulloa Mendieta, o.s.a.
Obispo Auxiliar de Panamá
Secretario General de la C.E.P.

+ José Luis Lacunza, o.a.r.
Obispo de David

+ Fernando Torres Durán
Obispo de Chitré

+ Uriah Ashley
Obispo de Penonomé

+ Audilio Aguilar Aguilar
Obispo de Colón-Kuna Yala

+ Pedro Hernández Cantarero, c.m.f.
Obispo del Vicariato Apostólico de Darién

+ José Agustín Ganuza, o.a.r.
Obispo Prelado de Bocas del Toro

+ Pablo Varela Server
Obispo Auxiliar de Panamá

+ Carlos María Ariz, c.m.f.
Obispo Emérito de Colón

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ZENIT Staff

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