Los obispos guatemaltecos denuncian la dramática situación de los migrantes

Expresan su pesar ante las decisiones de la Unión Europea y Estados Unidos

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GUATEMALA, lunes, 7 julio 2008 (ZENIT.org).- Ante las acciones y decisiones recientes tomadas por la Unión Europea y Estados Unidos contra los inmigrantes, la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala, ha expresado “su pesar y preocupación” y ha publicado el 3 de julio un comunicado dirigido a la opinión pública nacional e internacional.

En su comunicado los obispos guatemaltecos expresan, en primer lugar, su “solidaridad, apoyo moral y espiritual a todos aquellos migrantes que sufren en estos momentos las persecuciones, redadas y deportaciones en Estados Unidos de América”. Así mismo a “quienes con desesperanza están a las puertas de sufrir leyes y políticas xenófobas y violatorias a Derechos Humanos Fundamentales en la Unión Europea; política hostil e incoherente como la implementada en Estados Unidos”.

Como Iglesia, afirman “nos preocupan tales hechos padecidos por la comunidad inmigrante en dichas naciones, las cuales han optado por disposiciones represivas e incriminatorias contra miles de indocumentados que en la clandestinidad aportan a la economía de los países de origen y destino”.

Así mismo rechazan “las redadas y deportaciones masivas de guatemaltecos provenientes de Estados Unidos y México. Dichas actitudes de hostilidad y persecución no solucionan en nada la problemática migratoria, son acciones contraproducentes e inhumanas”.

Los prelados guatemaltecos consideran que “urgen medidas gubernamentales necesarias para la reinserción de los trabajadores deportados”. En este sentido indican que “se requiere un programa verdadero de Recepción, Atención e Integración Social y Laboral de los guatemaltecos deportados”.

“Hasta ahora –añaden- las acciones del gobierno no garantizan una estancia digna en nuestro país de los deportados. Dada la situación económica, política y social, muchos se ven obligados a intentar regresar hacia el Norte. Así, la migración se trasforma en un constante ciclo vicioso y que favorece el incremento de las deudas en las familias”.

En el caso de la propuesta de “Directiva Retorno” de la Unión Europea, consideran que “tal iniciativa es excesivamente restrictiva y no ofrece garantías suficientes para el respeto de los Derechos Humanos de los migrantes, puesto que se establecen procedimientos como la posibilidad de ser detenidos incluso hasta 18 meses en centros de internamiento para extranjeros (sin haber cometido ningún delito judicial)”.

Ante tal panorama migratorio y situaciones afrontadas por sus connacionales y migrantes de la Región Centroamericana, los obispos guatemaltecos hacen un llamamiento “a la reflexión a las naciones miembros de la Unión Europea, a los Estados Unidos de América y Estados Unidos Mexicanos, a que actúen solidariamente sin perjuicio de los migrantes que motivados por razones extremas (pobreza, desempleo, inseguridad, desastres naturales, guerra, entre otras) han salido de sus propias naciones para sobrevivir y salvaguardar su integridad física”.

Así mismo exhortan a los migrantes a “que sean fuertes ante tales embates y que permanezcan en unión y solidaridad para luchar ante tales adversidades. Tienen nuestro apoyo y solidaridad. Están presentes en nuestras oraciones”.

Al gobierno de Guatemala, le exhortan a que “ante tales situaciones, reaccione con posturas y políticas verdaderas de atención inmediata a los deportados”.

Al Parlamento Centroamericano, a la Comunidad Centroamericana, al Sistema de Integración Centroamericana –Sica-, les exhortan a que “adopten posturas comunes y enérgicas ante las disposiciones de la Comunidad Europea, para que juntos y en atención a los intereses comunes puedan incidir y llamar a la reflexión como bloque a la Unión Europea, sobre tales actitudes contra los migrantes (como lo han hecho los países miembros del Mercosur)”.

Y concluyen pidiendo a Dios “en estos momentos tan difíciles para los migrantes y sus familiares”, “que ilumine las mentes y corazones de los gobernantes que han tomado posturas insolidarias para que brinden un trato humano y digno a los migrantes”.

Firma el documento el presidente de la Pastoral de Movilidad Humana, monseñor Álvaro Ramazzini Imeri. El comunicado se acompaña con una serie de datos sobre los deportados desde
Estados Unidos.

Desde enero hasta el 27 de Junio, han arribado a las instalaciones del aeropuerto internacional La Aurora y de la Fuerza Aérea, unos 150 vuelos con deportados de Estados Unidos. Un promedio de 6,5 vuelos por semana cargados de deportados.

Los 12.429 guatemaltecos que han sido deportados este año representan el 53,89% de los 23.062 que fueron repatriados durante todo el 2007. En el 2006 fueron deportados de vuelta a Guatemala 18.305 inmigrantes.

Para ver el comunicado completo: www.iglesiacatolica.org.gt/20080703.pdf

Por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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