ROMA, martes 3 septiembre 2008 (ZENIT.org).- Es necesaria una «conversión ecológica»: es el llamamiento de los obispos italianos con ocasión de la III «Jornada para la salvaguarda de la Creación» que tuvo lugar este lunes en Roma, con el lema «Una nueva sobriedad para habitar la Tierra».
En su mensaje con motivo de la Jornada, los obispos afirman que el planeta «es la casa que se nos ha dado para que la habitemos responsablemente, custodiando su viabilidad también para las próximas generaciones».
Se trata fundamentalmente de «la precaución de usar la energía de forma eficiente, así como de la valoración de las fuentes de energía renovables y limpias», además de «una sobriedad inteligente», que permita «hacer menos gravoso el problema de los deshechos», subrayan los obispos.
En una entrevista concedida ayer a Radio Vaticano, el director del Departamento para los problemas sociales y el trabajo de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Paolo Tarchi, afirmó que quienes «sufren mayormente el uso desconsiderado de los recursos del planeta son sobre todo las personas más pobres».
«Por esto, es necesario proponer una mirada sobre el medio ambiente, que por un lado recupera esta dimensión del planeta como ‘la casa de todos’, y por otro invoca también un uso justo de los recursos por parte de todos».
«El eslógan que ha prevalecido y prevalece aún en nuestra forma de actuar -el ‘usar y tirar’- ciertamente necesita ser rervisado según una lógica en la que se hace uso de las cosas, sólo las necesarias, y al mismo tiempo, si es posible, se reciclan en la medida en que se pueda», añadió.
El mundo, según Tarchi, «si es una casa común, debe ser cuidada por todos», especialmente «por los cristianos, que en su manera de acercarse a la Creación, a través de las enseñanzas de la Sagrada Escritura, están llamados a descubrirla cada día como una belleza y un don».
