ROMA, 29 abril 2002 (ZENIT.org).- El Simposio de los Obispos Europeos que se clausuró este lunes en Roma ha concluido con la reafirmación de ofrecer al proceso de construcción europeo la contribución de los cristianos.
Europa no puede ser sólo una moneda y renunciar a su propia «alma», han constatado los obispos, a pesar de que la Declaración de Laeken, que dio origen a la Convención europea, foro de discusión político y civil que debería perfilar el futuro dela Unión, no hizo «ninguna referencia» al papel de las religiones.
Ahora bien, «las Iglesias y las confesiones religiosas presentes en Europa no tienen la intención de faltar al cumplimiento irrenunciable de contribuir responsablemente al futuro del continente», se ha dicho en el lX Simposio de Obispos Europeos.
En su intervención ante la Asamblea, monseñor Faustino Sáinz Muñoz, nuncio apostólico ante la Comunidad Europa, reveló que la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) ha instituido un grupo cuyo objetivo consiste en presentar propuestas a la Convención europea.
El grupo está presidido por monseñor Attilio Nicora, vicepresidente de la COMECE. Este grupo de estudio, anunció el nuncio, difundirá el próximo mes de junio «un primer documento sobre la contribución constructiva y positiva al modelo social europeo y sobre los «valores» que, según los cristianos, deberían ser reconocidos y puestos en acción por la Unión Europea».
Este esfuerzo, añadió monseñor Sáinz Muñoz, está encaminado a «mejorar la situación actual, que se limita a respetar el estatuto que las Iglesias y las confesiones religiosas tienen en los países miembros».
El mismo prelado dio particular importancia a la «Convención de los jóvenes» de Europa, que tendrá lugar del 9 al 12 de julio.
Los 210 chicos y chicas de edades entre 18 y 25 años, seis por cada país (nombrados por los representantes de los gobiernos y de los parlamentos nacionales), que participará en el encuentro «estarán llamados a participar activamente en el debate en curso sobre el futuro de Europa».
En este contexto, monseñor Sáinz Muñoz invitó a los jóvenes cristianos a intervenir «como grupos y como individuos» en las diversas iniciativas abiertas a su participación en el ámbito de los trabajos de la Convención europea, con el objetivo de «dar a conocer el pensamiento y los deseos de los jóvenes creyentes católicos».
