Lucha contra el sida: la Iglesia, ¿parte del problema o de la solución?

Explicación durante la rueda de prensa de presentación de la “Relatio post disceptationem”

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

CIUDAD DEL VATICANO, jueves 15 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- “¿Por qué respecto al sida, los medios de comunicación continúan tratando a la Iglesia como parte del problema y no de la solución?”

Se lo preguntó el arzobispo de Durbán (Sudáfrica), el cardenal Wilfrid Fox Napier, a los periodistas reunidos este miércoles en la segunda rueda de prensa de presentación de la “Relatio post disceptationem” (informe después del debate), con ocasión del Sínodo de los obispos sobre África.

El informe ha recogido las quejas de los padres sinodales sobre varios aspectos de la sociedad africana, en particular sobre la amenaza a la institución familiar derivada de múltiples causas, entre ellas de enfermedades de gran difusión como el sida.

Además de la “milagrosa transición del régimen de apartheid a la democracia -afirmó el cardenal Napier-, el otro fenómeno por el que es conocida Sudáfrica es la elevada tasa de contagiados de sida, y la Iglesia realiza una función muy importante en el tratamiento de la enfermedad y en la calidad de la asistencia”.

En primer lugar, las instituciones eclesiales se involucran ofreciendo información sobre la enfermedad a fin de evitar el contagio.

Así, ofrecen un apoyo efectivo en la asistencia y tienen relación con las empresas farmacéuticas, interviniendo para verificar si los retrovirales comunes se adaptan a todas las personas enfermas (en algunas no tienen efecto) y para incentivar el desarrollo de la investigación.

“Intentamos hacerlo lo mejor posible -dijo el purpurado-, aplicando programas de prevención que requieren también vigilar con atención la causa de esta tremenda difusión de la enfermedad”.

“Si, en líneas generales, la causa debe buscarse en comportamientos sexuales irresponsables -prosiguió-, nosotros no podemos dejar de decir que necesitamos comportamientos sexuales responsables”.

Y ello sobre la base de dos principios: “si se está casado, hay que ser fiel al propio cónyuge -dijo-; si no se está casado, es necesario abstenerse de prácticas irresponsables”.

Hay que buscar este resultado con todos los medios posibles. “En nuestra diócesis -destacó-, tenemos un programa llamado “El don de la vida”, que tiene como objetivo hacer entender, a los adolescentes en primer lugar, pero también a los adultos, la importancia de transmitir la vida a través del acto sexual”.

“El acto sexual debe conducir a la procreación -concluyó el cardenal Napier- y, aunque sabemos que en Occidente existen diversas convicciones, para nosotros es importante que el acto sexual sea el momento de la creación de la vida”.

[Por Chiara Santomiero, traducción del original en italiano por Patricia Navas]

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación