Más de 80.000 birmanos en el histórico Congreso Eucarístico en Myanmar

Celebrado en el santuario mariano de Nyaunglebin, Centro de Peregrinación Nacional

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YANGON, viernes, 18 febrero 2005 (ZENIT.org).- Niños, jóvenes y adultos: más de 80.000 personas acudieron la semana pasada al santuario mariano de Nyaunglebin –diócesis de Yangon (ex Rangún)— para participar en el Congreso Eucarístico Nacional, el segundo que se celebra en ex Birmania (Myanmar) en casi 50 años.

Reflexiones, catequesis, meditaciones, oraciones y liturgias reunieron a fieles de las doce diócesis del país entre el 11 y el 13 de febrero. Durante el Congreso se celebraron Misas en las principales lenguas locales de Myanmar. Momento también destacado de cada día fue la adoración eucarística.

Se trata de un acontecimiento «histórico» para la Iglesia en el país, reconoce la agencia de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos «Fides».

Monseñor Salvatore Pennachio, Nuncio Apostólico en Tailandia y Delegado Apostólico para Myanmar y otros países asiáticos, presidió el segundo día de Congreso la Eucaristía junto a 12 obispos, 160 sacerdotes, con la participación de más de 80.000 fieles de todo el país.

También estaban presentes numerosos cristianos de otras confesiones y no cristianos, interesados en la fe cristiana y atraídos por la devoción a la Virgen de Lourdes, cuya fiesta se celebraba el día de apertura del Congreso en el santuario de Nyaunglebin.

Con la lectura del mensaje enviado para la ocasión por Juan Pablo II a monseñor Charles Bo –arzobispo de Yangon y presidente de la Conferencia Episcopal de Myanmar— dio inicio la celebración eucarística. La multitud acogió las palabras del Papa con un largo aplauso y con gestos de alegría.

En el marco del Año de la Eucaristía, convocado por el Santo Padre, en su homilía monseñor Pennachio subrayó la importancia de este sacramento como fuente, cumbre y centro de la vida de la Iglesia y de cada cristiano, invitando a todos, obispos, sacerdotes, religiosos y fieles a un renovado amor a la Eucaristía.

«A vosotros, hermanos obispos: que la Eucaristía continúe siendo el centro y el alma de nuestro ministerio episcopal. A vosotros, sacerdotes: que viváis y testimoniéis el misterio eucarístico que celebráis cada día con la comunidad a vosotros confiada. (…) A vosotros, fieles laicos: especialmente a los catequistas y a los jóvenes: haced de la Eucaristía el alimento que os sustente en los momentos difíciles de vuestra vida cotidiana (…). A vosotros, niños: recordad constantemente que Jesús os ama y que en la Eucaristía os espera para que podáis encontraros con Él y hablar con Él», expresó el representante papal.

Con una población aproximada de 48 millones de habitantes, en Myanmar más del 72% es budista, animista el 12,6%, los cristianos superan el 8% y los musulmanes representan el 2,4%.

La organización de derechos humanos con sede en Noruega, «Forum 18», hace poco tiempo se hizo portavoz en un informe de la sistemática violación de la libertad religiosa en Myanmar por parte del régimen militar en el gobierno, un fenómeno que afecta a cristianos, musulmanes y en algunos casos a budistas.

Según datos del pasado noviembre de la Congregación vaticana misionera, los católicos birmanos son 602.000 distribuidos en doce diócesis. Hay 17 obispos, más de medio millar de sacerdotes diocesanos, una veintena de sacerdotes religiosos, cerca de un centenar de religiosos no sacerdotes y casi 1.400 religiosas. La cifra de misioneros laicos se acerca al medio millar y el país cuenta con casi 3.400 catequistas y 334 seminaristas mayores.

Hace pocos meses, el obispo de Hakha –en la frontera con la India–, monseñor Nicholas Mang Thang, reconoció que la Iglesia en Myanmar «progresa en todos los aspectos, especialmente en las vocaciones». Los fieles están muy unidos a sus obispos. La comunidad cristiana es también activa desde el punto de vista social.

Aunque la práctica religiosa esté garantizada, la Iglesia en todo caso tiene una libertad limitada en su servicio a la nación debido al control del régimen en el poder.

Igualmente los movimientos de los obispos están limitados, pero las ordenaciones episcopales y sacerdotales no sufren interferencias gubernativas.

Fiesta eucarística de la mano de la Virgen

El comienzo del histórico Congreso Eucarístico Nacional en Myanmar coincidió con la festividad de la Virgen de Lourdes, y el santuario dedicado a su advocación en la capital, Yangon, fue el lugar elegido para este gran encuentro en torno a Jesús Sacramentado.

Todos los años llegan numerosos peregrinos católicos –y también no cristianos– a la ciudad para mostrar su devoción a la Virgen, rezar y pedir gracias y curaciones. Miles han sido este año los que participaron en las Misas y en el rezo de Rosario en honor de María en el Santuario de Nyaunglebin.

Y es que la fiesta de la Virgen de Lourdes en Myanmar tradicionalmente se celebra mucho. Se remonta a la llegada de los misioneros de Francia. En 1892 el obispo Ambrose Bigandet decidió abrir una nueva misión en Nyaunglebin, asignando aquel territorio al padre Michael Mignon, de las Misiones Extranjeras de París.

Éste construyó una pequeña iglesia de madera, la primera en Myanmar dedicada a la Virgen de Lourdes, según relata «Fides». Posteriormente se construyó una nueva iglesia, consagrada en 1902. En 1918 una imagen de la Virgen se colocó en una gruta cercana representando la de Lourdes. En 1928 un fanático la destruyó. Tiempo después llegó de Francia una nueva que fue colocada otra vez en la gruta.

Fallecido en 1937, los restos del padre Mignon fueron depositados en la iglesia de Nyaunglebin. Durante la ocupación japonesa de la Segunda guerra mundial la iglesia fue bombardeada y semidestruida. También los restos del misionero fueron llevados al cementerio de Nyaunglebin y sólo en 1977 volvieron a la nueva iglesia reconstruida.

Tras la interrupción de la guerra, la Iglesia local volvió a celebrar a la Virgen de Lourdes en 1948. Para 1957 la fiesta se había convertido en un acontecimiento nacional y cada año miles de peregrinos peregrinaban a Nyaunglebin.

Esta relevancia llevó a la Conferencia Episcopal de Myanmar a asignar al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes en Nyaunglebin el título de «Centro de Peregrinación nacional».

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ZENIT Staff

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