BARCELONA, 12 julio 2002 (ZENIT.org).- La Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos (FIAMC) presentó un manifiesto al concluir la XIV Conferencia Internacional del Sida, que se celebró en Barcelona del 7 al 12 de julio en Barcelona, para pedir que se escuche la voz de la Iglesia católica, pues «lidera» la atención a enfermos del virus en todo el mundo.
Según datos de la ONU, uno de cada cuatro enfermos de Sida son atendidos por instituciones católicas en los cinco continentes.
Los médicos católicos manifiestan asimismo en el escrito que las «campañas basadas únicamente en los preservativos son peligrosas y poco humanas».
«Los jóvenes, sobre todo –explican los médicos–, necesitan educación y aprender a ser responsables en lo que respecta al sexo y la afectividad. Deberían promoverse comportamientos como retrasar la edad a la que se empieza a tener relaciones sexuales, abstenerse antes del matrimonio y creer en las parejas sanas y la monogamia».
Asimismo, los médicos católicos suscriben en el manifiesto que «luchar contra el tráfico y consumo de drogas en todo el mundo es esencial».
Los miembros del FIAMC se comprometen a «continuar promoviendo los programas médicos y educacionales» para la ayuda de los enfermos de Sida.
El presidente de la asociación Médicos Cristianos de Catalunya, Josep Maria Simon, afirmó este jueves, tras leer el manifiesto públicamente ante la prensa, que «la Iglesia es la institución que más hace a escala planetaria por los enfermos de Sida», dijo, y añadió que «eso no se ha dicho en la Conferencia».
Más información sobre la FIAMC en http://www.fiamc.org.
