CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 5 marzo 2004 (ZENIT.org).- España debe seguir comprometida en la obra misionera en América, afirma un mensaje de la Santa Sede publicado con motivo del Día de Hispanoamérica, que se celebrará en las diócesis españolas el próximo domingo, 7 de marzo.
El mensaje anual, escrito por la presidencia de la Comisión Pontificia para América Latina está firmado por el cardenal Giovanni Battista Re y el arzobispo Luis Robles Díaz, presidente y vicepresidente respectivamente de la Comisión Pontificia para América Latina, comenta el lema de la jornada en este año: «Nos unimos a su compromiso misionero».
El mensaje comienza constatando los quinientos años de evangelización desarrollados en América Latina, «Continente de la Esperanza», que «cuenta con cerca de la mitad de todos los católicos del mundo», con «una cultura forjada al calor del Evangelio y una Iglesia joven, pujante, viva; aún insuficiente en recursos humanos y materiales, pero rica en entusiasmo y dinamismo evangelizador».
«La gesta de la Nueva Evangelización, convocada por Juan Pablo II, interpela a la Iglesia en Hispanoamérica a buscar siempre nuevas y audaces maneras de hacer presente el Evangelio de siempre», afirma el mensaje.
Por eso, reconocen el presidente y el vicepresidente de la Comisión, es necesario «incrementar el número y promover la formación de evangelizadores, personas consagradas y laicos».
«Una respuesta concreta a este desafío ha sido el II Congreso Americano Misionero del pasado mes de noviembre, en Guatemala», reconocen. «Este evento evangelizador ya ha comenzado a dar sus primeros frutos, reforzando la conciencia misionera de la Iglesia en América, de cara al tercer milenio».
El «impulso evangelizador no se puede detener; se ha de renovar permanentemente, buscando responder a los nuevos desafíos de nuestro tiempo –exige la misiva–. Signo de ello es el Congreso Nacional de Misiones, celebrado recientemente en España bajo el emblemático título «Es la hora de la Misión»».
La Pontificia Comisión para América Latina concluye su mensaje invitando a «los católicos de España a comprometerse eficazmente en esta apasionante empresa, cada uno según las propias posibilidades; con la oración, la ayuda al sostenimiento de los misioneros y de las obras de apostolado que promueven, con la participación concreta en la acción misionera».
«Iglesia en España, ¡es la hora de la misión!», afirma.
