Mensaje de los obispos de Veracruz ante las próximas elecciones

MÉXICO D.F., viernes, 27 julio 2007 (ZENIT.org).- Publicamos el mensaje de los obispos de Veracruz, provincia eclesiástica de Xalapa, en torno a los comicios del 2 de septiembre de 2007 para renovar el Congreso local y los ayuntamientos municipales.

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1. Ante la inminente jornada electoral del próximo mes de septiembre, los Obispos de la Provincia de Xalapa, saludamos a todos los fieles católicos y a todos los actores de la sociedad. Queremos exhortarlos a preparar un proceso democrático, limpio y equitativo, del que todos los veracruzanos podamos sentirnos orgullosos, una jornada cívica ejemplar que deje en todos los municipios de nuestro Estado un clima de respeto, colaboración, armonía y paz social, que seguramente redundarán en bien para toda la población.

2. Quienes compartimos la fe católica sabemos que no se puede ser un buen cristiano, si no se es un buen ciudadano. Conviene recordar en esta coyuntura la enseñanza del querido Siervo de Dios S.S. Juan Pablo II:

« Los fieles laicos «de ningún modo pueden abdicar de la participación en la política, es decir, de la multiforme y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e institucionalmente el bien común» (Christifideles laici, 42). Eso mismo lo subrayaba ya un texto de la Iglesia primitiva refiriéndose a los cristianos: «El lugar que Dios les ha asignado es tan noble, que no les está permitido abandonarlo» (Carta a Diogneto, n. 6). Ante Dios, en la oración, el cristiano toma conciencia de su misión, discierne las acciones que conviene llevar a cabo y encuentra la fuerza para realizarlas.»

3. En los comicios estamos implicados muy diversos actores y todos debemos participar activamente según nuestra situación. De los candidatos necesitamos plataformas claras y coherentes, así como un sincero respeto a los contrincantes. De los partidos políticos, la sociedad espera que presenten sus mejores candidatos y eviten campañas dispendiosas. De los órganos electorales, se exige transparencia e imparcialidad. De los medios de comunicación, verdad y equidad. De todos, respeto y colaboración con quienes salgan electos, asumiendo lo positivo que se haya propuesto en la campaña, sin que importe su procedencia.

4. La sociedad veracruzana merece vivir una democracia más auténtica y participativa. Anhela tener autoridades que garanticen el respeto irrestricto a los derechos humanos y tengan como prioridad el ejercicio de la justicia social; autoridades que hagan valer el estado de derecho y que se conduzcan siempre en la justicia, superando cualquier intento de corrupción; autoridades que sometan la delincuencia dentro de los cauces de la legalidad; políticos que se respeten a sí mismos y ganen la autoridad moral ante el pueblo, no sólo por haber salido vencedores en el escrutinio final de los votos, sino por ejercer sus funciones buscando primero y, ante todo, el bien común.

5. En el caso de la elección de presidentes municipales es importante cuidar que los candidatos y los partidos eviten el juego sucio de los ataques o descalificaciones sin fundamento, que no corresponden a una democracia seria y madura, y que deja además heridas profundas que pasada la contienda dificultan la convivencia social. Más bien, los candidatos deben distinguirse por propuestas claras, plataformas objetivas y realistas, cuyos compromisos estén en posibilidad de cumplir. Al final del proceso electoral, todos, candidatos y electores, debemos dejar atrás los apasionamientos y rivalidades de las campañas, sumándonos constructivamente para conseguir una sociedad más justa y solidaria.

6. El voto personal, libre, razonado y secreto es insustituible y es un deber moral de todo ciudadano. Tocará a los electores discernir entre los candidatos, cuál reúne el mejor perfil para el cargo al que es postulado, por ejemplo: su conocimiento de la historia y las reales necesidades del pueblo; la coherencia y honestidad en su trayectoria familiar y política; su capacidad de diálogo incluyente y capacidad de escuchar a todas las personas sin importar su extracción social o partidista; la honestidad y transparencia en el manejo de recursos económicos; que sea hombre o mujer promotora de solidaridad y participación; el amor y defensa de los derechos humanos fundamentales, la vida, la libertad de expresión y de creencia; la capacidad de involucrar a la sociedad civil, etc.

7. En el caso de los candidatos a las diputaciones del Congreso Local, a quienes tocará la delicada labor de elaborar leyes más justas y actualizadas, éstos deben dar a conocer con claridad sus convicciones y criterios personales o de partido, en torno a las posibles propuestas legislativas que esperan emprender. En una auténtica democracia los legisladores son los representantes de los anhelos, convicciones y valores del pueblo que los elige y a quien deben representar. Sería un gran agravio a la democracia representativa, si los ciudadanos fuesen sorprendidos o traicionados por la actuación de sus representantes con leyes contrarias al sentir y a los valores del pueblo. Por ejemplo sobre el derecho fundamental a la vida – desde su inicio hasta su término natural -, sobre la familia y el matrimonio, sobre la salud integral de la población, especialmente la de los jóvenes y niños; sobre la impartición de la justicia y la protección al estado de derecho, sobre la dignidad de los migrantes…: Todos estos temas y otros más son preocupación de los ciudadanos quienes tienen derecho a que se les informe claramente de las convicciones y proyectos de los diferentes candidatos, antes de decidir por quién habrán de votar.

8. Invitamos a los medios de comunicación a dar la información cierta y oportuna, en torno al proceso y a las diversas opciones de los electores. Invitamos también a los candidatos de los diversos partidos, a dar a conocer sus propias plataformas a la ciudadanía y aceptar con generosidad las propuestas de tener diálogos abiertos o debates públicos que puedan desarrollarse en un ambiente cordial y respetuoso, con reglas equitativas que ustedes mismos decidan acordar.

9. A nuestros hermanos sacerdotes les recordamos que nuestra mejor aportación a la democracia es haciendo conciencia en nuestros fieles de sus derechos y deberes ciudadanos. Pero, como pastores, estamos llamados a ser factores de unidad y de comunión, de reconciliación y de paz, por lo que no es nuestro papel hablar en favor o en contra de ningún candidato o partido político en particular; hemos de respetar la libertad de los fieles laicos en sus opciones políticas, dentro de un pluralismo de partidos. De hecho, ningún partido representa a la Iglesia y los católicos pueden militar o dar su voto libremente al partido o al candidato que mejor responda a sus convicciones personales, con tal de que sean compatibles con la ley moral natural y que sirvan sinceramente al bien común de la sociedad.

10. Por esta razón, como ya lo hemos pedido en otras ocasiones, en las misas y actos propiamente religiosos, así como en los templos y anexos, se evitará todo aquello que pudiera ser o aparecer como apoyo a un determinado candidato o partido. Están prohibidas, por tanto, celebraciones para pedir el éxito de una campaña o dar gracias por el triunfo de un candidato particular. Sin embargo, una vez que las elecciones concluyan y las autoridades queden legítimamente constituidas, merecen todo nuestro respeto y sabrán que los católicos oraremos por todos ellos en su conjunto, independientemente del partido de origen, para que sean fieles a su compromiso con el pueblo.

11. Por otra parte, debemos fortalecer el voto o sufragio personal, que no se compra ni se vende. El voto no debe ser obtenido mediante sobornos o amenaza de represalias. Todo lo que constituya una forma fraudulenta de obtener el voto, es deshonesto y constituye una falta moral grave, pues se manipula a la persona, hiriendo su dignidad, tanto más cuando se especula con la pobreza o la ignorancia de la gente sencilla.

12. Es importante también respetar y acatar las decisiones del Instituto Electoral de Veracruz (IEV) en su tarea de vigilar para que los procesos electorales sean
limpios, transparentes y apegados a la ley, garantizando así la certeza y credibilidad del resultado de las elecciones. Una vez calificadas las elecciones, esperamos que se sepan superar los sentimientos y pasiones partidistas explicables en el clima de las campañas, y que se comprenda con madurez que las elecciones son un proceso natural de competencia y selección, donde al final se reconozcan a los ganadores, y nos dispongamos todos a colaborar con las nuevas autoridades para beneficio de la sociedad.
13. Si todos buscamos el bien común y cumplimos con nuestro deber personal, todo el pueblo veracruzano habrá resultado ganador.

14. Hermanos y hermanas, los invitamos a orar a Dios, para que nos conceda vivir un proceso transparente y ordenado, con una votación copiosa y madura: que tengamos así las mejores autoridades para beneficio de nuestra entidad. Que María de Guadalupe nuestra Madre, y San Rafael Guizar intercedan por nosotros.
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1 Siervo de Dios, S.S. Juan Pablo II, Mensaje a la LXXIV Semana Social de Francia, 17 de Nov. de 1999, n° 4.

+ Hipólito Reyes Larios
Arzobispo de Xalapa
+ Lorenzo Cárdenas Aregullín
Obispo de Papantla

+ Sergio Obeso Rivera
Arzobispo Emérito de Xalapa
+ José Guadalupe Padilla Lozano
Obispo Emérito de Veracruz

+ Guillermo Ranzáhuer González
Obispo Emérito de San Andrés Tuxtla
+ Luis Felipe Gallardo Martín del Campo
Obispo de Veracruz

+ Domingo Díaz Martínez
Obispo de Tuxpan
+ Rutilo Muñoz Zamora
Obispo de Coatzacoalcos

+ Eduardo Porfirio Patiño Leal
Obispo de Córdoba
+ José Trinidad Zapata Ortiz
Obispo de San Andrés Tuxtla

FORMULARIO PARA LA ORACIÓN

Invitamos a promover en nuestros templos y capillas una CAMPAÑA DE ORACION, durante las celebraciones eucarísticas, horas santas y rosarios comunitarios, durante los meses de Julio y Agosto previos a la elección.

Sugerimos el presente formulario para utilizarse en la oración comunitaria.

OREMOS A DIOS NUESTRO PADRE, DADOR DE TODO BIEN:

• Para que la jornada cívica del 2 de Septiembre transcurra en un clima de participación, respeto y paz social. Te rogamos, Señor.
• Para que los ciudadanos cumplamos con nuestra obligación moral de votar.
• Para que en todo Veracruz haya respeto por todos los contendientes y partidos.
• Para que realicemos unas elecciones limpias y apegadas al derecho de todos.
• Para que Dios nos ilumine a los electores y sepamos escoger a los candidatos que mejor garanticen el bien, la justicia y el desarrollo de todos, especialmente de los más pobres.
• Para que quienes no salgan favorecidos con el voto mayoritario tengan la madurez de reconocer la victoria de los ganadores y se reintegren constructivamente a las causas del bien común.
• Para que todos salgamos ganando, en un mejor desarrollo, unidad y paz.

Te rogamos, Señor.
SEÑOR, tú que guías al universo con sabiduría y amor, escucha las oraciones que te dirigimos por
nuestro Estado de Veracruz, a fin de que elijamos gobernantes prudentes y honestos, que nos impulsen a la concordia y la justicia, al verdadero progreso y paz para todos.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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ZENIT Staff

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