Mensaje de los obispos dominicanos tras la catástrofe aérea en Nueva York

Fallecen 170 ciudadanos de su país

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SANTO DOMINGO, 14 noviembre 2001 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de República Dominicana se reunió este martes para emitir un mensaje de consuelo y esperanza dirigido al país en luto por el accidente aéreo ocurrido en Nueva York, en el que perdieron la vida más de 170 dominicanos.

Presididos por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo, los obispos expresaron su dolor por lo ocurrido.

«Esas muertes afectan de modo especial a todos sus familiares pero enlutan al mismo tiempo a la patria entera –confiesan los prelados–. El dolor nos embarga a todos y a todos queremos hacer llegar nuestra condolencia y unas palabras de consuelo que mitiguen ese dolor».

En el mensaje revelan que los obispos han decidido celebrar en las once diócesis del país «todos estos días sufragios por el eterno descanso de todos los que perecieron en el accidente aéreo».

«La muerte es siempre un hecho humanamente estremecedor y lo es sobre todo cuando es sorpresiva, imprevisible y trágica», reconocen los obispos en su mensaje, «la fe, sin embargo, llena de luz esta realidad tan hiriente. Esa fe nos dice que la muerte no es el fin de la vida humana sino el comienzo de la vida verdadera, definitiva y gloriosa».

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ZENIT Staff

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