México: Obispos piden a los zapatistas no romper el proceso de paz

El EZLN invita a organizar actos de resistencia civil

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SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS, 3 mayo 2001 (ZENIT.org).- Líderes de la Iglesia católica y negociadores han pedido al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) que acepte las reformas aplicadas a la Ley Indígena para que pueda avanzar el proceso de paz en Chiapas.

El EZLN anunció el 1 de mayo que «no reiniciará el diálogo» de paz con el Gobierno del presidente mexicano Vicente Fox y que seguirá «en resistencia y rebeldía» al desconocer la Ley Indígena aprobada por en el Senado de la República, según dos comunicados firmados por el propio subcomandante Marcos.

El EZLN dio órdenes a su portavoz, Fernando Yáñez, de suspender los encuentros con el representante del Gobierno para la paz en el sureño Estado de Chiapas, Luis H. Alvarez, y solicitó a las diferentes organizaciones indígenas del país poner en marcha actos de resistencia civil.

De acuerdo con los comunicados del EZLN, la reforma aprobada obliga a «que la guerra no termine, que los militares continúen con sus negocios sucios en Chiapas, que los zapatistas se mantengan en la clandestinidad y que los indígenas sigan siendo objetos de limosnas y desprecios».

La Cámara de Diputados mexicana aprobó el sábado pasado la Ley sobre Derechos y Cultura indígena por 386 votos a favor, 60 en contra.

Tras el comunicado, el obispo de San Cristóbal de las Casas, monseñor Felipe Arizmendi ha declarado: «Era de preverse que la dirigencia del EZLN y otras personas y grupos no aceptarían plenamente la nueva ley, pero los legisladores emitieron una reforma de acuerdo con la pluralidad cultural y política de México, tomando en cuenta otras corrientes de pensamiento y otras posiciones políticas», dijo.

Después de reconocer que la reforma constitucional sobre derechos y cultura indígenas aprobada la semana pasada por el Congreso de la Unión «es ilimitada y, por tanto, perfectible», el prelado aseguró que «es legítimo seguir impulsando más avances, pero siempre por medios pacíficos, nunca más por la vía militar».

Monseñor Arizmendi manifestó su confianza en que «se seguirán buscando mecanismos políticos para encontrar soluciones adecuadas a este delicado momento».

El obispo manifestó su esperanza de que los Congresos estatales «hagan las concretizaciones debidas y se atienda convenientemente a lo que falta en temas como autonomía, participación política, disfrute de la tierra e impartición de justicia».

Por su parte, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el arzobispo Luis Morales Reyes, ha apoyado las declaraciones del obispo de San Cristóbal de las Casas y ha hecho un llamamiento al EZLN para que acepte la reforma en materia indígena, porque es el primer paso para la paz. De lo contrario, considera, el riesgo de guerra estará latente y no conviene «regresar a 1994», fecha en que tuvo lugar el alzamiento armado en el Estado sureño.

En declaraciones a la prensa, monseñor Morales Reyes, presidente de la Comisión de obispos mexicanos que promueve la paz y la reconciliación en Chiapas, negó que la reforma aprobada por el Congreso de la Unión sea un retroceso y convocó a las partes a no romper el diálogo.

Por su parte, el comisionado para la Paz en Chiapas, Luis H. Alvarez, ha pedido a la comandancia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y a las comunidades que lo apoyan que reflexionen en su decisión de suspender el contacto con el Gobierno federal.

Alvarez explicó en un comunicado que el ejecutivo federal ha cumplido con todas las peticiones del zapatismo; como la retirada del Ejército mexicano de siete de sus posiciones, la realización de gestiones para liberar a los presos relacionados con el conflicto y la puesta en marcha de una iniciativa de reformas constitucionales en materia de derechos y cultura indígenas.

Asimismo, Alvarez indicó que la suspensión del diálogo no ha contribuido a erradicar las causas que provocaron el conflicto armado y que tampoco ha ayudado al proceso de paz, por lo que solicita que no se rompa el contacto ya establecido. «Para el gobierno federal –advirtió– el único camino posible para la paz es el diálogo. La violencia ya no es una opción».

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ZENIT Staff

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