Misionero italiano asesinado en Brasil

El padre Lintner, víctima de la violencia de San Salvador de Bahía

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RIO DE JANEIRO, 17 mayo 2002 (ZENIT.org).- Otro misionero ha pagado con la vida la fidelidad al anuncio evangélico en Brasil.

El padre Alois Lintner, sacerdote italiano, llegado a Brasil en 1979, fue asesinado este jueves en la periferia de Salvador de Bahía.

Al menos dos hombres, según fuentes locales, dispararon al sacerdote con armas de fuego en el pecho. Según las noticias difundidas poco después del homicidio, el motivo del atentado sería un intento de robo.

Una cadena televisiva local, sin embargo, ha hablado de «asesinato fruto de una venganza».

El padre Luis, como lo llamaba la gente de Bahía, estaba comprometido en la lucha contra la criminalidad. En las últimas semanas, el sacerdote había organizado con los parroquianos de la iglesia de la Santísima Virgen, en el barrio de Cajazeira 5, uno de los más pobres de Salvador de Bahía, una manifestación contra el recrudecimiento de la delincuencia que se extiende entre las paupérrimas chabolas.

El atentado se produjo poco antes de las nueve de la mañana. El padre Luis había terminado su acostumbrada visita a un centro de menores, en el que normalmente realizaba actividades de animación y formación y se dirigía en coche a un cercano centro bíblico.

Según informa el diario «A Tarda», los asesinos del misionero, tras dispararle dos veces le dejaron tirado en el suelo y, tomando su coche, pasaron sobre su cuerpo. El padre Luis murió poco después, mientras era trasladado al hospital.

Tenía 62 años, había nacido en Aldino, Bolzano. Desde 1979 había dejado su diócesis «para compartir la vida con los últimos de Brasil», como él decía.

«Es la última víctima de una violencia urbana que avanza que ya es absolutamente indiscriminada denuncia Delia Boninsegna, misionera laica italiana en Bahía–. En las principales ciudades brasileñas, la gente vive en la más total inseguridad. Si un tiempo la violencia estaba localizada, ahora la amenaza pesa sobre todos nosotros».

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ZENIT Staff

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