Fr. Alejandro Leon

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Misionero salesiano en Damasco: “Todo sirio tiene un muerto a sus espaldas al que llorar”

En los últimos cuatro años y medio, el padre Alejandro León ha desarrollado su la labor al lado de los niños y los jóvenes que sufren las consecuencias de la guerra

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“Los números pueden decir y no decir. Hoy hablamos de 250 mil muertos [de ellos, más de 10 mil son niños – N. de la R.] en el conflicto de Siria, nos parecen un horror, una barbaridad. Si habláramos de 25 mil muertos, esa cifra nos escandalizaría igual”, así se presentó este miércoles el padre Alejandro José León Mendoza ante los medios de comunicación españoles en la sede de Misiones Salesianas. Para ejemplificar lo que significa cada fallecido en el conflicto y cómo esa muerte física significa otras muchas muertes narró la historia de un animador del Oratorio Salesiano: “Uno de nuestros jóvenes, de 24 años, acababa de terminar los cinco años de la carrera de Derecho y le habían aceptado en la preparación para ser juez, además iba a celebrar su matrimonio en una semana, cuando uno de los cientos de misiles que caen en Damasco cada día lo mató. Sí, murió él, pero ustedes ¿pueden imaginar lo que significó para sus padres la muerte de su único hijo? ¿Pueden imaginar lo que significó esto para su futura esposa, para sus amigos entre los que me cuento y para los adolescentes que él acompañaba en el centro salesiano? Yo sí, él era un ejemplo para ellos, el había cumplido su sueño y las puertas de un futuro mejor se le abrían de par en par. Ahora esos adolescentes me preguntan de qué vale estudiar, si ese fue el final de su animador y, sobre todo, si ese será seguramente su final… Si quieren sacar las cifras reales de este conflicto, cojan este caso y multiplíquenlo por 250 mil”.

La guerra en Siria dura ya más de 4 años, y es una guerra que se ha vendido de diversas formas. El misionero salesiano mostró su decepción al escuchar hablar de guerra civil: “En uno de los bandos luchan personas de más de 80 países distintos, en ningún diccionario eso fue considerado jamás una guerra civil. Siria es un tablero de ajedrez y los sirios los peones que se matan entre ellos. Hoy, cuatro años después todo sirio tiene un muerto a sus espaldas al que llorar, un muerto a sus espaldas al que vengar, quizá hoy, si podamos hablar de un conflicto entre sirios, pero lo han provocado los cuatro años de guerra”.

La cobertura informativa en Europa de la guerra de Siria ha vivido distintas fases. Con la llegada de refugiados parece que se vuelve a poner el foco en este conflicto que azota Oriente Medio, sin embargo, el religioso de origen venezolano ayudó a contextualizar la situación con estas palabras: “Los adultos no quieren abandonar el país, si lo hacen es por sus hijos. Acaso creen que alguien con una carrera universitaria con dignidad abandonaría su país para llegar a otro en el que se convertirá en un analfabeto”.

Más del 53 por ciento de la población en Siria vive en situación de extrema pobreza. Los alimentos son escasos y los precios han aumentado hasta el punto de que muchas familias no pueden hacer frente a sus necesidades básicas. En muchos lugares no hay agua y los cortes de luz y energía son diarios. “Con la ayuda de Misiones Salesianas y de la gente que colabora con ellos hemos podido hacer milagros. No sólo aliviar el sufrimiento de la gente, su hambre, también en el trabajo educativo, en la formación integral de esos más de 1.200 jóvenes que hoy, al principio del conflicto eran 180, atendemos. Les estamos muy agradecidos”, aseguró el hasta ahora director de la comunidad salesiana en Damasco.

El padre Alejandro León nació hace 36 años en Mérida, Venezuela. Durante su formación como salesiano pasó varios años en territorio de misión trabajando con los nativos wayú o guajiros. A los 24 años fue enviado a Egipto con el propósito de aprender árabe, donde estuvo dos años. Terminó sus estudios de Teología en Roma. El provincial de Medio Oriente le dió la posibilidad de legir destino y él optó por los centros salesianos de Alepo y Damasco, en Siria.

Fue enviado como misionero salesiano a Damasco a finales de 2010 y allí ha desarrollado la labor de director del centro salesiano y encargado del Centro Juvenil al lado de los niños y jóvenes que sufren las consecuencias de la guerra. Al poco de su llegada estalló un conflicto que dura ya cuatro años y medio y que marca el día a día de la población. El pasado 11 de octubre cesó en sus funciones como director en Damasco para encargarse de la administración de la Provincia de Medio Oriente.

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ZENIT Staff

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