Misionero secuestrado en Filipinas necesita urgentemente medicinas

La Iglesia pide oraciones por su liberación

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PAGADIAN, jueves 15 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- El padre Michael Sinnott, irlandés de la Sociedad Misionera de San Columbano secuestrado este domingo en Pagadian (Mindanao), necesita urgentemente medicinas, debido a su precario estado de salud.

Así lo advirtió a la agencia Fides el obispo de Pagadian, monseñor Emmanuele Cabajar, quien pidió “oraciones por su salvación” y suplicó a los secuestradores “que lo liberen enseguida y lo traten con compasión”.

El misionero, de 79 años, tiene dos bypass y ha sido operado recientemente del corazón. Fue secuestrado el domingo por la noche a la salida de su casa.

Siete hombres armados lo introdujeron en un vehículo, que después fue hallado quemado y abandonado en una playa. Los secuestradotes se llevaron al misionero en un bote.

El obispo Cabajar ha publicado un manifiesto, “Padre Michael Sinnot, un hombre de paz”, en el que expresa su tristeza por el secuestro.

“Nuestra prioridad hoy es tratar de hacerle llegar las medicinas que necesita para salvar su vida -afirmó-. Estamos intentando por todos los modos establecer un canal con los secuestradores”.

“Esperamos que sea liberado bien pronto, antes de una semana, puesto que su físico podría no resistir al largo y extenuante malestar en manos de los secuestradores, que a menudo obligan a las víctimas a marchas forzadas”, añadió el vicario general de la diócesis, monseñor Gilbert Hingone.

El obispo destacó el esfuerzo que están realizando las autoridades civiles y militares para liberar el padre Sinnott.

Dedicado a los niños minusválidos

“Esperamos confiados buenas noticias, para que el religioso pueda volver pronto a su servicio pastoral, que ha desarrollado siempre con amor, celo y dedicación, especialmente en favor de los niños minusválidos”, declaró.

El misionero nacido en Irlanda coordinaba un proyecto de rehabilitación para niños con problemas especiales.

Al inicio de su secuestro, los líderes militares de la región comunicaron que el misionero había sido avistado en la zona de Lanao del Sur.

Sobre los secuestradores, el padre Gilbert explicó que “las sospechas se dirigen hacia bandas dedicadas al comercio de los secuestros por extorsión; quieren dinero para financiar su lucha”.

“Pero la política de la Iglesia en el Sur de las Filipinas es no ceder a las peticiones de rescate”, añadió.

Solidaridad de católicos y musulmanes

La comunidad católica de la diócesis está rezando por el misionero en las parroquias, escuelas y asociaciones.

Católicos de toda la región han viajado a la ciudad de Pagadian para mostrar su solidaridad y cariño y pedir a Dios que proteja su vida.

También algunos grupos musulmanes locales han hecho llegar al obispado muestras de solidaridad y han condenado el secuestro.

El padre Sinnott trabaja en la zona desde hace 30 años y es muy conocido y querido por la población local.

El vicario general afirmó que “episodios como el secuestro de Padre Sinnott, aunque dolorosos e injustos, no detendrán la acción de la Iglesia en Mindanao por la reconciliación, el diálogo interreligioso y el proceso de paz”.

Según la agencia AsiaNews, desde el año 1993, al menos 15 sacerdotes y pastores protestantes -8 extranjeros y 7 de nacionalidad filipina- han sido secuestrados en Mindanao.

La agencia informativa de las Obras Misionales Pontificias OMPress

En 1991 fue secuestrado el padre Desmond Hartford, que sería liberado días después. En 2001 el padre Rufus Halley fue asesinado al resistirse a un intento de secuestro. En 2007, hombres armados secuestraban al misionero italiano Giancarlo Bossi.

[Por Patricia Navas]

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ZENIT Staff

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