Monseñor Julián Herranz, segundo cardenal del Opus Dei

CIUDAD DEL VATICANO/CÓRDOBA, , 29 septiembre 2003 (ZENIT.org-VERITAS).- El arzobispo Julián Herranz Casado, natural de la localidad cordobesa de Baena, es uno de los dos españoles designados cardenales por el Juan Pablo II, junto al prelado hispalense, monseñor Carlos Amigo Vallejo.

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Presidente del Consejo Pontificio para la Interpretación de Textos Legislativos, es miembro de la prelatura del Opus Dei y arzobispo de Vertara. De esta forma, se convierte en el segundo miembro del Opus Dei nombrado cardenal, tras la designación del arzobispo de Lima (Perú), monseñor Juan Luis Cipriani.

Primogénito de cuatro hermanos, nació en la localidad de Baena, el 31 de marzo de 1930 y fue bautizado en la iglesia Santa María La Mayor. Con seis o siete años se trasladó a Madrid a estudiar.

Al igual que su padre, Julián Herranz realizó estudios de Medicina, pero en 1949, y mientras estudiaba la carrera, ingresó en el Opus Dei donde mantuvo muy buenas relaciones con el fundador, San José María Escrivá de Balaguer. Fue ordenado sacerdote el 7 de agosto de 1955.

Doctorado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra en 1958, es también doctor en Derecho Canónico por la Universidad romana de Santo Tomás. En Roma fue capellán de estudiantes en la Universidad y en 1958 ejerció la docencia como profesor del seminario Internacional del Opus Dei, y posteriormente como profesor de Derecho Canónico en diversos centros, entre ellos, la Universidad de Navarra. Miembro de la Curia romana desde 1960, en el periodo de 1961 a 1962 trabajó en el Concilio Vaticano II, en la comisión conciliar que preparó el decreto sobre Vida y Ministerio de los Sacerdotes. Durante veinte años Julián Herranz trabajó en la reforma legislativa que llevó a la redacción del nuevo Código de Derecho Canónico (1983) y en 1984 fue nombrado secretario de la Comisión Pontificia para la Interpretación de los Textos Legislativos de la Iglesia, dicasterio que preside desde el 19 de diciembre de 1994 y en el que sustituyó a Vincenzo Fagiolo.

Consagrado obispo en 1990, fue elevado a la dignidad de arzobispo con el título de la antigua Diócesis de Vertara. En el dicasterio que preside, Herranz se encarga de la interpretación auténtica de las leyes de la Iglesia, tanto de la latina, como de la oriental y para ello es asesorado por doce cardenales y seis patriarcas católicos orientales. Desde ese puesto formó parte de la comisión mixta Santa Sede-Conferencia Episcopal de Estados Unidos, creada en 2002 para revisar las normas aprobadas por los obispos estadounidenses para atajar los escándalos sexuales.

Tras estos nombramientos, España cuenta con nueve miembros en el Colegio Cardenalicio, de ellos, tres sin derecho al voto por haber superados los ochenta años: los cardenales Ángel Suquía Goicoechea, arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Javierre Ortas, prefecto emérito de la Congregación para del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y Marcelo González Martín, arzobispo emérito de Toledo.

Además de los cardenales designados, el resto de los cardenales españoles son Eduardo Martínez Somalo, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica; Ricard María Carles, arzobispo de Barcelona; Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid; y Francisco Álvarez Martínez, arzobispo emérito de Toledo.

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ZENIT Staff

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