ROMA, 7 abril 2003 (ZENIT.org).- Para que el desarrollo sea completo, debe llegar a todos, considera el presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, el arzobispo Renato R. Martino.
Al pronunciar un discurso este sábado sobre «Ética y desarrollo sostenible» en la Basílica de los Santos Apóstoles de Roma, el prelado italiano, explicó que «si el desarrollo no llega a todos los pueblos, no es eficaz».
«Los seres humanos –dijo el arzobispo, que durante 16 años fue observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas– tienen derecho a una vida sana y productiva, en armonía con la naturaleza».
«Para ser sostenible, el desarrollo debe encontrar el justo equilibrio entre los objetivos económicos, sociales y ambientales», explicó.
De este modo, añadió, se asegura «el bienestar de hoy sin comprometer el de las futuras generaciones».
Tras evocar el desafío lanzado por Juan Pablo II de promover la «globalización de la solidaridad», presentó algunas iniciativas realistas que persiguen este objetivo.
En primer lugar, propuso resolver la cuestión de la deuda internacional de los países pobres.
En segundo lugar, subrayó la necesidad de equidad en el comercio internacional.
A continuación constató la urgencia de superar los obstáculos en la transferencia de los conocimientos necesarios ligados al progreso tecnológico de los países ricos a los pobres.
Por último, mencionó el gravísimo problema del agua, por cuya carencia en los próximos 25 años sufrirá casi la mitad de la población mundial.
