BAC NINH, miércoles, 27 septiembre 2006 (ZENIT.org).- Ha muerto a los 61 años de edad monseñor Joseph Marie Nguyên Quang Tuyên, quien mantuvo viva la fe de su diócesis vietnamita de Bac Ninh durante las persecuciones comunistas.
Confirma la agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras «AsiaNews.it» que el fallecimiento se produjo el domingo pasado en América. El prelado tenía cáncer.
Todos los católicos de la zona –en el norte de Vietnam- participaron en la misa de funeral que se celebró en la catedral de Bac Ninh el día después de su muerte. Le recordaron como un «padre común».
Joseph Marie Nguyên Quang Tuyên habían nacido el 20 de septiembre de 1945 en Dai Lam.
Ordenado sacerdote a los 29 años para la diócesis de Bac Ninh, fue nombrado obispo coadjutor en 1988 y recibió la consagración episcopal. Asumió el gobierno pastoral de la diócesis de Ban Ninh en 1994, a la edad de 48 años.
Su principal empeño fue dar la atención de la Iglesia local a la educación de los jóvenes y de los sacerdotes, apunta la agencia del PIME. Entre la multitud que acudió al funeral había 1.400 catequistas que desarrollan su labor por los jóvenes de todas las parroquias de Bac Ninh.
«Los grupos de catecismo van a las zonas rurales y montañosas a llevar la Palabra de Dios a los pobres y a los menos afortunados. Nuestro difunto obispo siempre nos impulsó a ver, como terreno de misión, a los jóvenes. Llevaremos adelante su enseñanza», apuntó a «AsiaNews.it» uno de los jóvenes voluntarios, Nguyen Van Truong.
De hecho, gracias a la labor del prelado, décadas trascurridas sin sacerdotes –huidos del norte comunista- no impidieron a la diócesis mantener viva su fe.
Actualmente esta comunidad suma más de 123 mil católicos, 27 sacerdotes y casi 300 religiosas; 4.500 jóvenes frecuentan la catequesis.
La Santa Sede y la República Socialista de Vietnam no tienen relaciones diplomáticas, pero hace tiempo que siguen un camino de reacercamiento. En los últimos años se han sucedido visitas de una delegación vaticana al país asiático.
Más de 80 millones de habitantes tiene el país asiático; de ellos, una proporción superior al 80% no practica credo alguno. La cifra de católicos se calcula por encima de los 6 millones de fieles, entre quienes la práctica religiosa es muy elevada (80-90%).
