Multitudinaria peregrinación al santuario de la patrona de Uruguay

Llamamiento de los obispos a la unidad

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FLORIDA, lunes 14 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Ante miles de peregrinos, este domingo 13 de noviembre, congregados en el santuario de la Virgen de los Treinta y Tres, para honrar a la patrona de Uruguay, en los cincuenta años de su coronación, los obispos hicieron pública su nueva carta pastoral “Nuestra Patria: gratitud y esperanza”, que elaboraron con el fin de contribuir al diálogo nacional “para el mejoramiento de nuestro pueblo”.

Convocados por el lema “Madre contigo coronamos las esperanzas de nuestro pueblo”, sacerdotes, religiosos, seminaristas, diáconos y laicos de todos los rincones del país compartieron, la celebración de la Eucaristía presidida por el obispo de Florida Martín Pérez y concelebrada por el nuncio apostólico en Uruguay Anselmo Guido Pecorari, junto a los demás obispos, ante el santuario, en la plaza principal de la ciudad de Florida, informa la Conferencia Episcopal (CEU).
Los obispos, en su mensaje, abogan por el diálogo nacional, el respeto de la dignidad humana, y la libertad de educar y de conciencia.

Tras el saludo de bienvenida del obispo de la diócesis, el secretario general de la CEU monseñor Heriberto Bodeant, obispo de Melo, dio lectura al mensaje enviado por el papa Benedicto XVI con motivo de esta peregrinación y el cincuenta aniversario de la coronación pontificia de la imagen de la Virgen de los Treinta y Tres.

El mensaje, firmado por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado vaticano, asegura que Benedicto XVI “saluda cordialmente a los obispos, sacerdotes, seminaristas y fieles de ese amado país, que, en tan fausta circunstancia, renuevan su filial amor a la Virgen Santísima bajo esa entrañable advocación, a la vez que le presentan confiados su ferviente alabanza y humilde súplica”.

También el papa les exhorta a “acrecentar la devoción a la Madre de Dios, tan intensamente vivida en el seno de las familias y comunidades cristianas de esa bendita tierra, que se goza en el Bicentenario del proceso de emancipación oriental, para que, siguiendo fielmente el ejemplo de la Reina del Cielo, acojan con docilidad el Evangelio y se dediquen asiduamente a la plegaria”.

“De este modo –añade–, encontrarán fuerzas para ser auténticos discípulos y misioneros de Jesucristo, permaneciendo hondamente arraigados en la fe, firmes en el amor a la Iglesia y siempre dispuestos a colaborar con todos en la construcción de una sociedad cada vez más justa, fraterna y solidaria”.

En la homilía, el presidente de la CEU Carlos Collazzi SDB, obispo de Mercedes, repasó algunas celebraciones que animan a la comunidad católica en este año especial en que los uruguayos conmemoran el inicio del proceso de emancipación de la patria.

Mencionó entre otras, además de la coronación, los 50 años de fundación de la diócesis de Canelones y de Caritas Uruguay, así como las bodas de oro como obispo del obispo emérito de Melo Roberto Cáceres.

El pastor presentó un avance de la reciente carta pastoral de los obispos que “ofrecemos con la esperanza de que contribuya al diálogo nacional para el mejoramiento de nuestro pueblo”.

“Nos sentimos llamados con todos los uruguayos a vivir la unidad y a buscar construirla en nuestro caminar hacia el futuro”, precisó.

Monseñor Collazzi aclaró que “la búsqueda de la unidad no encubre las diferencias, por el contrario, en el mutuo respeto, en la sana confrontación es donde reconocemos que el fin no es vencer al otro, sino que hay realidades superiores que trascendiendo las diferencias impulsan a la unidad”.

“En este año tan especial de nuestra patria, hacemos este llamado a la unidad, este llamado a abrir el corazón a Dios y a su Palabra”, manifestó.

“En primer lugar, en esta carta pastoral, se encuentra un mirar la historia con ojos positivos y abrir nuestra mirada a tantos hermanos nuestros que en el camino de la fe nos han precedido con un corazón grande para amar con los talentos, las dificultades, con la grandeza de la acción de la gracia y la fragilidad humana y se dieron con todo a construir una patria libre, soberana, basada en la verdad, la justicia, la libertad y el amor”, adelantó.

“Y a la vez, en esta carta pastoral queremos subrayar con todo nuestro corazón de pastores, nuestro deseo de que Jesús, salvador de todos, encuentre en nuestros corazones de uruguayos tierra para que su Palabra y su Vida, se encarnen para gozar de tiempos cada día mejores”, agregó.

En su homilía, interrumpida en varios momentos por el cerrado aplauso de los miles de peregrinos, monseñor Collazzi adelantó que en esta carta pastoral se destaca “la consideración de la dignidad de cada persona humana”. “A ella se une la búsqueda sincera de la verdad, que va más allá de lo útil y lo conveniente, así como la valoración de la virtud de la honestidad, de la rectitud de conciencia y de la acción”.

El presidente de la CEU explicó que, tras subrayar luces y sombras de la vida del pueblo hoy, los obispos se detienen en dos temas particulares: la familia y la educación.

Respecto a la familia, los obispos resaltan su carácter de patrimonio de la humanidad y el deseo de que “la vida sea valorada siempre y en todas sus expresiones, especialmente cuando es más débil y más frágil”. “Sentimos ese deber de decir siempre que la vida debe ser respetada en todas sus etapas y nos vamos a jugar todos para que esta dignidad de la vida humana sea siempre respetada y valorada por todos”.

Monseñor Collazzi añadió que, tras hacer una reflexión de la educación hoy, los obispos reivindican que la libertad de educar y la libertad de conciencia “sean expresiones fuertes de la educación, que siempre sean respetadas y que Dios no sea jamás dejado de lado”.

“Nos detenemos en la educación de nuestros niños y jóvenes en tiempos de tantas turbulencias, de tanto hablar de la educación, de tantos programas y proyectos. La educación es cuestión del corazón y arranca en la familia, y la actitud subsidiaria de las instituciones que trabajan por educar deben respetar estos principios que vienen de la familia y de lo que es la persona humana, porque desde la concepción de qué es el hombre se desprenden todos los principios para la educación”, enfatizó monseñor Collazzi.

El obispo comentó en este avance de los contenidos de la carta, que las últimas páginas están dirigidas a las comunidades católicas “para que estas expresiones encuentren eco” e invitó a vivir estos tiempos juntos, llenos de gratitud y esperanza y plenos en el Señor.

En horas de la tarde, los peregrinos continuaron su homenaje a la Virgen de los Treinta y Tres con una concurrida procesión desde el Prado a la catedral de la ciudad de Florida.

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ZENIT Staff

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