MANILA, 2 noviembre 2003 (ZENIT.org).- Los Rectores de Santuarios de Asia han decidido reunirse en asociaciones a nivel nacional y continental a fin de contribuir con mayor énfasis a la evangelización del continente a través de la misión específica de los santuarios.
Así se expresa en la declaración –titulada «Nuestra peregrinación hacia la Luz»– difundida al término del Primer Encuentro Asiático de Rectores de Santuarios celebrado en la capital filipina del 21 al 25 de octubre pasado.
La cita, a la que acudieron representantes de 51 santuarios de 14 naciones asiáticas –Filipinas, Bangladesh, India, Indonesia, Japón, Kazajstán, Corea, Macao, Malasia, Pakistán, Sri Lanka, Taiwán, Tailandia y Vietnam–, ha puesto de manifiesto la gran vitalidad de los santuarios en Asia no sólo entre las comunidades católicas, sino la atracción que ejercen en creyentes de otras religiones.
«El Santuario: lugar de acogida y de encuentro» ha sido el lema de la gran reunión organizada por el Consejo Pontificio para la Pastoral de Emigrantes e Itinerantes (CPMI) junto a la Comisión para la Pastoral de la Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Filipinas (ECMI-CBCP).
Para el secretario del CPMI, el arzobispo Agostino Marchetto, «acogida» y «encuentro» son términos significativos del papel de los santuarios en Asia, puesto que «al acoger a muchas personas –incluso de otras religiones— y al ser ocasión de recíproco intercambio de dones, se colocan en primera línea en la evangelización del continente», explicó a «Radio Vaticana».
En su comunicado final, los rectores expresan su compromiso de «explorar las inmensas posibilidades de inculturación y diálogo que surgen de peregrinaciones, encuentros religiosos, celebraciones litúrgicas, manifestaciones de la devoción popular, asistencia caritativa e incluso de la propia arquitectura de iglesias y santuarios».
«Aceptamos el desafío de abrir grandes horizontes al diálogo entre las culturas y con los demás grupos religiosos –expresan– con la firme esperanza de llegar a la auténtica revelación de Cristo».
«Subrayamos igualmente –sigue la declaración– nuestro empeño por trabajar juntos a fin de encontrar soluciones inspiradas por Dios a la pobreza que aflige a mucha gente en Asia, deseosos de reafirmar la dignidad de la vida y de toda persona humana».
Consecuencia de todo lo anterior es la decisión de formar Asociaciones de Rectores de Santuarios «en nuestros países y en todo el continente de Asia» con el objetivo común de la evangelización de Asia a través de los Santuarios, esto es, «presentar y proclamar a Jesús como don recibido que debe ser también compartido».
El entusiasmo de los congresistas se constata en la voluntad de «dar una estructura visible y permanente a este trabajo en común, que se concreta en la propuesta de un segundo congreso en Kazajstán en el 2005», comprobó monseñor Marchetto.
«Al mismo tiempo, reconocen las dificultades existentes por las grandes diferencias culturales y sociales entre sus naciones de origen –recalcó–. De ahí que afirmen la necesidad de iniciar este trabajo especialmente en cada país, creando donde sea posible asociaciones nacionales».
