Navidad prohibida en algunos países islámicos

Declaraciones del experto en libertad religiosa, Marco Invernizzi

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ROMA, 25 diciembre 2001 (ZENIT.org).- Cristianos de países musulmanes no han podido celebrar esta Navidad, constata un experto en el respeto de los derechos humanos y de la libertad religiosa.

En declaraciones a Zenit, Marco Invernizzi, coordinador del «Informe sobre la libertad religiosa en el mundo», editado por «Ayuda a la Iglesia Necesitada», asociación de derecho pontificio, constata: «Tras la caída de los regímenes comunistas de Europa, y con la opción liberal de otros países como China y Vietnam, Navidad se celebra ahora en casi todos los países del mundo. Incluso Cuba ha removido esta prohibición».

«Quedan los países con una rígida aplicación de la ley islámica, como Arabia Saudí, Sudán, Mauritania… –sigue aclarando– Está claro que el problema más importante para la libertad religiosa en estos momentos depende de la relación con el Islam».

«En algunos países islámicos se da una dificultad intrínseca para comprender el valor de la libertad religiosa, propio de la naturaleza humana, independientemente de la religión que se profese», explica Invernizzi.

«Esto no significa que todas las religiones sean iguales, y que puedan ser colocadas a un mismo nivel –deja claro–. El cristianismo, por ejemplo, reivindica la unicidad del Salvador en la figura de Cristo. Pero esto no podemos imponerlo a las demás religiones».

«De modo –indica el investigador de Ayuda a la Iglesia Necesitada–, que la base de la convivencia de las religiones son los derechos humanos comunes y la libertad para escoger sin condicionamientos de ningún tipo la religión que se quiere profesar».

«Este principio no se da en el Islam –subraya Invernizzi–, y es necesario tenerlo en cuenta cuando hablamos con un musulmán. Al basarse esencialmente en la revelación del Corán, el concepto de derecho natural no forma parte de la estructura del Islam, y esto dificulta las relaciones».

«A excepción de algunos círculos intelectuales, en los que es posible discutir sobre derechos humanos, en general, sobre todo en los países cuyo gobierno es islámico, no se dan las bases para discutir sobre la libertad religiosa –concluye–. Es más, la ven como una violación de su religión, una traición del Corán».

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ZENIT Staff

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