Nicaragua: La mentira destruye la paz social, según el episcopado

Se renovará la consagración al Inmaculado Corazón de María

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MANAGUA, 21 noviembre 2002 (ZENIT.org).- La búsqueda constante de la paz y la opción por la vida han sido el eje de un mensaje del episcopado nicaragüense, que ha rechazado los ataques de los medios de comunicación al arzobispo metropolitano de Managua, cardenal Miguel Obando y Bravo.

El purpurado continuará al frente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, según revela el mensaje que difundió el organismo el 13 de noviembre al concluir su Asamblea Anual.

La necesidad de la paz en el país ha ocupado los trabajos del episcopado: la paz como anuncio, como bendición y como regalo. «Este divino don de la paz se concreta en Jesucristo. Cristo es nuestra paz (Ef. 2, 14)», se lee en el mensaje final de los obispos.

Veinte años hace de la consagración de Nicaragua al Corazón Inmaculado de María –recordaron gozosos–, fiesta que también se une al inicio del Año Misionero.

«Muchos misioneros han sido preparados en nuestras diócesis para llevar el mensaje de paz y de amor de este reino de Cristo que necesita ser restaurado en nuestras mentes y corazones para que venga la verdadera paz que tanto anhelamos», constató el episcopado en su mensaje.

La paz social –denunciaron los prelados— se deteriora y el honor de personas e instituciones se destruye con la mentira, las medias verdades, las noticias mal intencionadas y las calumnias. «La verdad y el respeto a la dignidad de toda persona constituyen los cimientos de un verdadero Estado de Derecho», recordaron.

Frente a los persistentes ataques de algunos medios de comunicación, los obispos de la Conferencia Episcopal –signo y expresión de comunión en la Iglesia— quisieron manifestar expresamente su unión con el cardenal Obando y Bravo.

En este sentido, observaron: «La verdad y el respeto como persona y por la dignidad que tiene deben resplandecer en los momentos actuales, máxime cuando buscamos la reconciliación entre todos los nicaragüenses y cuando quien sufre estos ataques calumniosos es una persona que merece (…) el reconocimiento de todo Nicaragua por su constante gestión a favor de la paz y de la reconciliación, incluso a costa de grandes sacrificios.».

Situación y perspectivas en Nicaragua
En su mensaje, el episcopado reconoció con preocupación la existencia de pobreza, falta de empleo y de recursos médicos e inseguridad en medio de la sociedad. «Mientras tanto el capitalismo feroz absorbe lo poco que queda de nuestro patrimonio como nación», añadió.

Una situación que se agrava aún más «cuando las decisiones para buscar la solución a estos problemas no dependen totalmente de los nicaragüenses –observaron los prelados–, sino de quienes imponen las reglas del juego económico, que aunque tenga una finalidad bien intencionada, a veces son decisiones equivocadas por no conocer nuestra cultura y realidad».

Según el episcopado, ello no exime de responsabilidad a los propios nicaragüenses, no sólo por la insensibilidad social de los que tienen más, sino por la indolencia de grandes sectores de la sociedad.

«Ha llegado el momento en que los nicaragüenses optemos por la vida y no por la muerte: “Nicaragua será lo que los nicaragüenses deseemos” (carta de la CEN en las elecciones generales)», invitaron los prelados.

«Se opta por la vida cuando nos abrimos al diálogo, la concordia, la paz, la justicia, la verdad –aclararon los obispos nicaragüenses–. Se opta por la muerte, cuando se da cabida en el corazón al odio, a la venganza, a la soberbia, a la mentira y la calumnia».

Ante el XX aniversario de la Consagración de Nicaragua al Inmaculado Corazón de María, «que tantos frutos de protección divina y de liberación trajo para nuestro país, creemos que en las circunstancias actuales –no menos dolorosas (especialmente para los más pobres) que las circunstancias vividas en aquellos años de profunda división y odio entre los nicaragüenses– es urgente recurrir al amor misericordioso de Nuestro Señor Jesucristo por la mediación maternal de la siempre Virgen María, Reina y Madre de Nicaragua».

Es por ello que el episcopado ha decidido renovar la consagración de Nicaragua al Inmaculado Corazón de María el próximo domingo 1 de diciembre. Así se hará en todas las catedrales y parroquias. Todos los hogares católicos han sido invitados a hacer lo mismo.

«Que el Rosario, oración cristológica y mariana que el Papa ha señalado como un medio eficaz para ayudarnos a ser constructores de paz en la familia y en la patria, sea un camino de contemplación y de meditación durante todo este año misionero, al que les exhortamos a participar con fervor y entusiasmo», concluye el mensaje de la Conferencia Episcopal.

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ZENIT Staff

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